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Legionarios de Cristo

Cristo es la solución

¡Pobres hombres! Van a tientas, saltando de una ilusión a otra, hasta que todas se acaban. Ahí van todos en bola: uno gritando: "comunismo", otro: "fascismo"; uno viene drogado, otro satisfecho, otro escéptico; uno baja riendo y al lado otro llorando... ¡qué ancho es el camino que lleva a la nada, y cuántos bajan por él!

Renovar al hombre desde dentro

Si ustedes dan un vistazo con serenidad y objetividad al panorama que nos ofrece el mundo moderno, descubrirán fácilmente cómo todos los movimientos ideológicos, políticos, económicos, culturales, van buscando la realización de ese "hombre renovado", van proponiendo nuevos modelos de comportamiento a todos los niveles, que prometen esta renovación total del hombre. Tanto el marxismo, como el existencialismo, como los diversos grupos ideológicos, van buscando a tientas ese hombre diferente.

Ayudar al hombre en su integridad

Reflexionen mucho sobre el mensaje de Cristo y la necesidad que tenemos de trasmitirlo a los hombres en toda su pureza. Reflexionen mucho en el hecho de que el hombre, para ser servido plenamente por nosotros y por el cristianismo a través del Evangelio, debe ser servido integralmente. Por lo tanto, es necesario que reflexionen sobre la necesidad que tienen de ayudar a resolver, en la medida de sus posibilidades, las necesidades materiales del hombre: casa, alimentos, asistencia médica, etc., y las necesidades espirituales y morales del mismo.

El señor nos introducirá por la vía del amor

Es honda y escondida y, a ratos, parece amarga la ilusión en pos de la cual corréis, porque en este mundo es vuestra vida entera más una pregunta que una respuesta; más una donación que una posesión; más una súplica por ver que un estar definitivamente iluminadas; más una fe y una esperanza que un término de llegada. Así, vuestra vida está escondida en Cristo, y Cristo mismo está escondido para vosotras por lo mucho que anheláis se os revele. Pero día llegará en que el Señor os introduzca por la puerta grande del amor, más allá de todas vuestras expectativas.

La fe tibia engendra vidas divididas y estériles

Hay muchos cristianos y desgraciadamente también religiosos y sacerdotes que creen; pero su fe es muerta, es tibia, es inoperante, no produce frutos ni de santidad ni de verdadera santificación de las almas. Es, diríamos, una fe teórica, que no se traduce en obras. Y viven una vida dividida, creyendo creer en Dios y buscando por otra parte realizar sus propios caprichos de vanidad, de egoísmo o de sensualidad, por más que estén en contraposición con lo que Dios les pide. ¡Pobres almas! Han querido realizar su existencia guiadas por criterios humanos.

Dios, la única dicha perdurable

Yo le puedo asegurar a usted que ninguna otra felicidad es verdadera, que ninguna otra felicidad es perdurable; la única dicha perdurable, la única felicidad verdadera es encontrarnos cumpliendo la voluntad santísima de Dios. Es así, porque cuando se cumple la voluntad de Dios, es que hay amor, y el amor nos une a Él, y la unión con Dios nos da la paz. Donde no hay paz, no puede haber felicidad verdadera.

Voluntad firme

En la vida del miembro del Movimiento, la abnegación se expresa en el
cultivo de una voluntad firme, contra las veleidades de los
sentimientos y las emociones, en el dominio y temple del carácter, en
el control de las reacciones emotivas desordenadas, en la renuncia a
aquello que impide la donación del hombre a Dios y a los demás,
renuncia que unas veces es necesaria, porque se identifica con la
renuncia al pecado, y otras veces puede ser muy conveniente, según las
inspiraciones del Espíritu Santo, para la purificación y el