Reflexionen mucho sobre el mensaje de Cristo y la necesidad que tenemos de trasmitirlo a los hombres en toda su pureza. Reflexionen mucho en el hecho de que el hombre, para ser servido plenamente por nosotros y por el cristianismo a través del Evangelio, debe ser servido integralmente. Por lo tanto, es necesario que reflexionen sobre la necesidad que tienen de ayudar a resolver, en la medida de sus posibilidades, las necesidades materiales del hombre: casa, alimentos, asistencia médica, etc., y las necesidades espirituales y morales del mismo. Ojalá nunca pretendan ayudar al hombre en lo material disociándolo de sus necesidades espirituales, y ojalá nunca caigan en el error de tratar de proporcionar la solución de las necesidades materiales a costa del sacrificio de los derechos fundamentales del hombre mismo, a la libertad de querer, de pensar, de creer.