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Padre Mario Arroyo Martínez

Día internacional de la mujer

El 8 de marzo celebramos el “día internacional de la mujer”, en el cual se busca tomar conciencia del valor y la dignidad femenina. Representa una ocasión para reivindicar los legítimos derechos de las mujeres así como de seguir empeñándose por eliminar las diversas formas de discriminación, violencia, menosprecio o injusticia por motivos sexuales (mejor hablar de sexo que de género).

Castidad II

Hay que reconocerlo, la virtud de la castidad no goza actualmente de buena cartelera. Es necesario hacerle el marketing adecuado para mostrar tanto su atractivo, como su viabilidad, en una época en la que se considera prácticamente un milagro. ¿Por dónde comenzar?, ¿cómo hacer el planteamiento adecuado? El primer paso probablemente sea mostrar su aspecto positivo: es afirmación, suma, ganancia.

Falacias de Savater

Recientemente Fernando Savater, conocido pensador español, ha estado en México.  Aprovechó la oportunidad para oportunidad para dejar constancia, una vez más, del alarde de laicismo y  ateísmo que lo caracteriza. Nada habría que objetar, atendiendo a la libertad de pensamiento y de expresión; sin embargo, algunas de sus aseveraciones son manifiestamente insuficientes e inducen al error, cabe solo preguntarse, ¿se trata de ignorancia?, o por el contrario ¿es un burdo intento de engañar?

Leyes humanas, ley natural y ley divina

Mucho se ha discutido recientemente con motivo de la legalización del “matrimonio homosexual” en el Distrito Federal sobre los límites de la ley humana. Las declaraciones del Cardenal Rivera han encendido además una fuerte polémica, donde los defensores del “estado laico” desean que sea castigada la indebida ingerencia de la autoridad eclesiástica en la esfera civil, y se consideren como forma de intolerancia y discriminación las intervenciones de la Iglesia para denunciar la inmoralidad de tal ley.

¿Por qué permite Dios las tragedias?

 

Pasado un poco de tiempo, superada la primera impresión, cuando ya hemos sido capaces de reflexionar, surgen inquietantes las preguntas: ¿por qué? si uno además tiene una perspectiva religiosa, si cree en Dios y confiesa su omnipotencia, da el siguiente paso: ¿por qué lo permitió Dios? Desde una perspectiva evolucionista, por ejemplo, la tragedia no supone ningún problema intelectual: todo se explica por el azar y la casualidad, no hay necesidad de buscar ulteriores respuestas. La fe en cambio no nos deja tan tranquilos.

Haití, ¿qué hago yo?

No dejan de ser inquietantes las imágenes que los medios de comunicación nos transmiten sobre la tragedia de Haití. Esas imágenes nos interpelan: ¿qué puedo hacer yo? Es preciso sensibilizar la conciencia, porque desgraciadamente podemos acostumbrarnos al sufrimiento ajeno y presenciarlo como espectadores pasivos, como aquel que ve una película, y que al terminar la proyección pasa a otra cosa: unas palomitas, una cena…

Falacias demográficas

Bastantes profetas de desgracias nos advierten continuamente del peligro de la “bomba demográfica”, es decir, del crecimiento incontrolado de la población que rápidamente acarrearía la ruina y el agotamiento global. En este sentido el ser humano sería uno de los principales enemigos de la ecología y un peligro para sí mismo. El fundamento de dichas aseveraciones, tomadas con frecuencia como una verdad incontrovertible, dogmática, son las teorías maltusianas y neo-maltusianas.

Sacerdocio común

Mucho se ha comentado a propósito del sacerdocio durante el año sacerdotal; es preciso hacerle eco. Poco se ha hablado sin embargo de la dimensión sacerdotal que tiene la vida de todo fiel cristiano, y que sin ser el motor ni el objetivo del año dedicado al sacerdocio, no por ello deja de ser una pieza fundamental de la fe, que a la postre contribuye decisivamente para que el sacerdote comprenda y realice eficazmente su misión.

La fiesta de la familia

Ni siquiera Dios quiso prescindir de un hogar. El Todopoderoso, que en Belén –apenas lo acabamos de contemplar en su Nacimiento- no tuvo ninguna comodidad, nació en la pobreza y desamparo más absolutos, consideró sin embargo imprescindible contar con una familia.