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Disculpas, ¿Para cuándo?

Del exitoso viaje del Santo Padre Benedicto XVI a Inglaterra me queda una enorme satisfacción al contemplar, una vez más, la extraordinaria calidad intelectual y humana de este hombre; cómo con diplomacia y delicadeza, frutos de un amor sincero, ha dicho exactamente lo que hacía falta a todo el mundo y lo ha dicho en la forma más atinada. Un luminoso ejemplo de verdad en el amor. Y me queda también un asunto pendiente: la Iglesia ya pidió disculpas por todos los errores de sus hijos a lo largo de toda la historia, y lo ha reiterado en varias ocasiones.

No son embarazos no deseados, sino bendiciones inesperadas

Entrevista con Lianna Rebolledo, mexicana radicada en Estados Unidos, mujer de 33 años quien fue violada a los 12 y presionada para que se practicara un aborto, pero ella defendió la vida de su hija. En la actualidad trabaja a favor de los migrantes hispanoamericanos.

Hubo un hecho que marcó tu vida a los 12 años, ¿Cómo lo has vivido y que enseñanzas te ha dejado?

La mayor persecución a la Iglesia no viene de enemigos de fuera

Benedicto XVI ha visitado Portugal con la finalidad de participar en las celebraciones del aniversario de las apariciones de Nuestra Señora en Fátima a tres pastorcitos y el décimo aniversario de su beatificación.

Ha realizado  diversas declaraciones en el marco de su visita a Portugal. Una de las más significativas es la identificación del mayor enemigo de la Iglesia: los propios pecados de los hombres y las mujeres que la formamos. Los católicos, individual e institucionalmente, debemos responder con oración, penitencia, fe, esperanza y caridad.

Demoler lo sagrado

La radiografía de los ataques brutales a la Iglesia, por los casos de pedofilia de algunos religiosos, sobre todo en Alemania (infames, sí, pero inflados de una manera exorbitante por los medios de comunicación), da como resultado, en la opinión de gran cantidad de católicos, el esqueleto de un enfermo terminal.

Propuestas para vivir la Cuaresma en familia

1) Recuperar el sentido de un Dios que nos ama como Creador y Padre, ante quien hemos de ser agradecidos. Para ello, cultivar constantemente la relación con Dios; recitar muchas veces, con confianza, la oración que Jesús nos enseñó —el Padrenuestro— disfrutándola, meditándola, practicándola. Cultivar la actitud de ser agradecidos con Dios: por la vida que nos concede cada día, por tener familia, trabajo, amigos, salir adelante...

Al rescate de la Candelaria: una tradición histórica, no abstracta

Las tradiciones están en peligro de desaparecer, amenazadas por la sustitución de los símbolos modernos, por la pérdida de la fecundidad de su propia propuesta, por la confusión en la comprensión de su significado y de sus orígenes, y porque sencillamente los objetos relacionados han dejado de serlo para muchos, el niño Jesús vestido, la Rosca, el muñequito, las velas  o los tamales. Es preciso lanzarnos al rescate de la fiesta de la Candelaria.