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muerte

Vida más allá de la muerte

Desde El Fedón, diálogo de Platón, se ha hablado mucho sobre la inmortalidad del alma. Dice el cantante José Luis Perales: “hay momentos en esta vida, tan felices, que pienso que el cielo lo tengo aquí -¿Y son frecuentes esos momentos? -Son intensos, maravillosos, pero no demasiado frecuentes. Por eso pienso que hay una vida después de ésta. No es lógico que vengamos a este mundo a pasar un minuto de felicidad por mil de infelicidad. En lo más profundo de mi ser hay el convencimiento de que hay otro mundo que no es así.

Culto a los muertos

Una de las tradiciones más características del pueblo mexicano es la del “día de muertos”, que hundiendo sus raíces en el México prehispánico, ha sido convenientemente cristianizada, mostrando admirablemente cómo la fe cristiana puede empapar e impregnar los elementos sanos de cualquier cultura.

Actitud ante la muerte

Hace unos meses un padre de familia contaba indignado un suceso: “el mejor amigo de mi hijo falleció trágicamente en un accidente automovilístico… Mi hijo fue al velorio, se mostró muy conmovido, asistieron todos sus compañeros. Al volver a casa, a eso de las 10 de la noche, me pidió permiso para ir a una fiesta. Indignado, le respondí que no, que de ninguna forma, que debía respetar el duelo de su amigo. Él respondió que incluso un hermano del difunto, así como bastantes compañeros irían a la fiesta.

Las Pequeñas Cosas

Se crea en lo que se crea y se llame como se llame, resulta lógico pensar que en el más allá alguien o algo nos tomará cuenta de los hechos de nuestra vidar Me aterra reprobar este examen final "por pequeneces", pues me parece tonto, mediocre y, sobre todo, no tiene disculpa en un ser racional. Estoy segura que me sentiré avergonzada de las cosas insignificantes que no valían la pena haber hecho:

Y después de la muerte, ¿qué hay?

1) Para saber

El Papa Benedicto XVI con motivo de la Pascua felicitaba con unas palabras de san Agustín: "La resurrección del Señor es nuestra esperanza". Y explicaba que Jesús resucitó para que nosotros, aunque destinados a la muerte, no desesperáramos, pensando que con la muerte se acaba totalmente la vida; Cristo ha resucitado para darnos la esperanza.

No tengo Tiempo

NO TENGO TIEMPO

 

Hasta luego, Señor, excúsame,

no tengo tiempo.

Volveré a pasar, no puedo esperar,

no tengo tiempo.

Termino esta carta porque

no tengo tiempo...

Me hubiera gustado ayudarlos pero

no tengo tiempo.

Imposible aceptar,

me falta tiempo.

No puedo reflexionar, no puedo leer,

me veo desbordado,

no tengo tiempo.

Me gustaría rezar,

pero no tengo tiempo.

(...)

Esta noche, Señor,

no te pido el tiempo de hacer esto,

y aquello y lo de más allá,

La verdadera causa de la violencia

Tras la muerte de una persona concreta (un estudiante, un obrero, un político) se desata en ocasiones una furibunda violencia callejera.

Algunos piensan que la causa de tal violencia es precisamente esa muerte: ha habido una injusticia, y grupos de personas responden con violencia ante la muerte de alguien a quien consideran “suyo”.