1) Para saber
El Papa Benedicto XVI con motivo de la Pascua felicitaba con unas palabras de san Agustín: "La resurrección del Señor es nuestra esperanza". Y explicaba que Jesús resucitó para que nosotros, aunque destinados a la muerte, no desesperáramos, pensando que con la muerte se acaba totalmente la vida; Cristo ha resucitado para darnos la esperanza.
Una de las preguntas que más angustian es: ¿qué hay después de la muerte? El Papa responde que con la Pascua ya la muerte no tiene la última palabra, porque al final es la Vida la que triunfa. Nuestra certeza se basa en un dato histórico de fe: Jesucristo, crucificado y sepultado, ha resucitado con su cuerpo glorioso.
2) Para pensar
El Papa nos invita, pues, a redescubrir el hecho maravilloso de haber sido redimidos por Cristo. Puede resultar que algo tan importante para nuestras vidas pase desapercibido como ocurrió un día en Estados Unidos.
Sucede que un hombre se sentó en una estación del metro en Washington y comenzó a tocar el violín, en una fría mañana de enero. Durante los siguientes 45 minutos, interpretó seis obras de Bach. Pasaron tres minutos hasta que alguien se detuvo. Era un hombre que se paró un instante, pero siguió su camino. Más tarde, recibió su primera donación: una mujer arrojó un dólar en la lata y continuó su marcha.
Más tarde, alguien se detuvo a escuchar, pero enseguida miró su reloj y retomó su camino. Quien más atención prestó fue un niño de 3 años. Su madre tiraba del brazo, apurada, pero el niño no caminaba. Cuando su madre logró arrancarlo del lugar, el niño continuó volteando su cabeza para mirar al artista. Esto se repitió con otros niños. Todos los padres, sin excepción, los forzaron a seguir la marcha.
Cuando terminó de tocar se hizo silencio. No hubo aplausos, ni reconocimientos. En total, sólo siete personas se habían detenido y otras veinte dieron dinero, sin interrumpir su camino. El violinista recaudó 32 dólares. Se calcula que habían pasado por ahí unas mil personas.
Nadie lo sabía, pero ese violinista era Joshua Bell, uno de los mejores músicos del mundo, tocando las obras más complejas que se escribieron alguna vez, en un violín tasado en 3.5 millones de dólares. Dos días antes Bell había llenado un teatro en Boston, con localidades que promediaban los 100 dólares.
Esta es una historia real. La actuación en el metro fue organizada como un experimento social sobre la percepción, el gusto y las prioridades de las personas. Se preguntaban si sabemos percibir la belleza o apreciar un valor en cualquier lugar.
A nuestro alrededor pueden pasar cosas maravillosas y no darnos cuenta, y una de esas, la más grande, es nuestra redención.
3) Para vivir
Desde la Pascua de Jesucristo, afirmó el Papa, una nueva primavera de esperanza llena el mundo: Jesús ha resucitado y Él mismo vive en nosotros y en Él ya podemos gustar la alegría de la vida eterna. No es un mito ni un sueño, no es una fábula, sino un acontecimiento único e irrepetible: Jesús, hijo de María, que el viernes había muerto, ha salido vencedor de la tumba.
Concluía el Papa con el deseo de que el anuncio de la Resurrección del Señor ilumine las zonas oscuras del mundo en que vivimos.