Padre Miguel Rivilla San Martín
Monseñor Gea se ha despedido en paz de su sede episcopal, con la conciencia tranquila de haber cumplido con su deber de obispo (vigilante).Le podrán achacar vehemencia y modos poco políticos (“flagelo” ) le han llamado en su actuación.
Lo importante es que nadie podrá decir de él que ha sido "un perro mudo". No hay que preocuparse tanto por lo que los demás puedan decir de uno, cuando la conciencia está tranquila y se obra para agradar a Dios y cumplir con su deber de pastor.
Todo católico bien formado, tiene bien claro que la norma última de su obrar es ser fiel a su propia conciencia, bien formada. La conciencia personal es la voz de Dios, el santuario más íntimo donde se encuentra cada persona con Dios.
Si surgiese conflicto entre la Ley de Dios y la Ley humana, el católico siempre debe anteponer la obediencia a Dios antes que a los hombres.
Fui testigo, en la sala de un hospital, de cómo hay que rezar a Dios con fe y confianza.
Estaba acompañando a la esposa de un feligrés a quien iban a intervenir, a vida o muerte, tras un infarto de corazón.
Cuando le ingresaron en el quirófano, la mujer estalló en un llanto incontenible y entre sollozos se dirigía a Dios, con palabras desgarradoras, pidiendo a gritos se apiadase de ella y su familia y salvase a su esposo. Nada le importó la presencia de todos los que allí estábamos acompañándola.
Oposición contundente
Hay un aforismo latino muy eficaz pero muy olvidado tanto en política como en religión y en tantos otros aspectos de la vida, que reza así:”Principiis obsta” que se traduce “Oponte en los comienzos”.Cuando se quiere atajar algo que ha cogido incremento, es muy difícil ,por no decir imposible, el pararlo.
Si en un muro de contención de aguas de un pantano se abre una grieta, hay que acudir inmediatamente a taponarla, antes de que sea demasiado tarde.
Para la persona que quiere de verdad comunicarse con Dios, todo converge a hacer realidad su determinación. El teléfono móvil, lejos de ser un motivo de distracción, de diversión o evasión, puede ser un eficaz medio para relacionarse con Dios.
Orar con la radio
De entre todos los medios que están al alcance de cualquiera, la radio, por su agilidad, viveza e inmediatez , se hace imprescindible para el hombre de hoy y máxime para el cristiano. Nadie puede ni debe quedar indiferente ante los eventos que a diario nos comunican los medios y entre ellos, especialmente, la radio.
La recomendación evangélica “es preciso orar siempre y no desfallecer”(Lc 18,11) con frecuencia resulta excesiva o inalcanzable, incluso a personas de gran fe y practicantes. Piensan que Dios exige dedicarle un tiempo, modo y lugar, exclusivo y propio de almas consagradas y contemplativas. Nada de eso.
Una madre está amando siempre a su hijo, no sólo con palabras y gestos, sino con la vida toda. He aquí la clave.
Son dos palabras, empleadas preferentemente en el ámbito religioso, cuyos significados son casi desconocidos para la generalidad del vulgo y que, sin embargo, han tenido y tienen una importancia más que primordial en las discusiones teológicas.
Es un tema recurrente entre intelectuales y hombres de acción. Nuestro mundo es perfectible y mejorable. El quid de la cuestión radica en cómo lograrlo. Hasta el presente, todos los intentos han resultado fallidos. No cabe la resignación. Ni las armas, ni la técnica, ni la violencia; ni los discursos, ni las filosofías, lo han logrado. Algo es evidente. El mundo cambiará en la medida que cambien los hombres. Está en juego la libertad y no la imposición y la fuerza. Sólo la fuerza del amor lo cambiará.
Ahítos, cansados y aburridos quedamos los españoles, tras los largos días de pre y de campaña electoral, por tanta matraca en todos los medios y por doquier, de la palabrería hueca y rimbombante de los políticos. Al fin, algo de silencio y despertar del sopor, ante las urnas que nos convocan hoy a todos.