Son dos palabras, empleadas preferentemente en el ámbito religioso, cuyos significados son casi desconocidos para la generalidad del vulgo y que, sin embargo, han tenido y tienen una importancia más que primordial en las discusiones teológicas.
Ortodoxia =(recto creer) es la conformidad o aceptación de los dogmas de la Iglesia católica. Para los no iniciados, dogma es toda verdad revelada por Dios y testificada por el magisterio oficial de la Iglesia. Los dogmas, se hallan directa o indirectamente en la Biblia, y son propuestas por la Iglesia para ser creídos y aceptados por todos los fieles indistintamente.
Si alguien rechaza un solo dogma, nadie le excomulga, sino que él mismo se pone fuera (ex) de la comunión de la Iglesia, a la que se pertenece por la fe y el bautismo.
Los dogmas o verdades de fe, son invariables a lo largo de los siglos. Son necesarios para la salvación y no están sujetos a la libre interpretación de cada creyente.
Ortopraxis =( recto obrar) es la práctica del bien moral, que se reduce para todo cristiano a vivir en el amor a Dios y al prójimo.
Entre los teólogos se han dado discusiones sobre lo que es más necesario o más importante para salvarse. Si la ortodoxia o la ortopraxis. Hay que decir que no son realidades excluyentes, sino complementarias. Deben siempre ir juntas. El perfecto cristiano es el que cree y vive cuanto le propone la autoridad de la Iglesia y nunca separa su fe de su vida o de sus obras.