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Oposición contundente

Oposición contundente

Hay un aforismo latino muy eficaz pero muy olvidado tanto en política como en religión y en tantos otros aspectos de la vida, que reza así:”Principiis obsta” que se traduce “Oponte en los comienzos”.Cuando se quiere atajar algo que ha cogido incremento, es muy difícil ,por no decir imposible, el pararlo.

Si en un muro de contención de aguas de un pantano se abre una grieta, hay que acudir inmediatamente a taponarla, antes de que sea demasiado tarde.

Esta misma regla se debería aplicar en la política, en las relaciones de partidos, de naciones, etcétera, así como en la praxis religiosa, para no tener que lamentar luego las consecuencias. Si frente al terrorismo se cede al chantaje, la amenaza o la extorsión, se acaba luego cediendo como estamos viendo en la guerra de Iraq en el asunto de los rehenes, a cualquier pretensión del terror.

En religión pasa otro tanto. Si no hay una oposición firme y contundente para bloquear los matrimonios homosexuales y la adopción por éstos de niños, habrá luego que lamentar las imparables pretensiones del colectivo y sus tristes consecuencias familiares y sociales.

Aquí vale el dicho latino, antes citado, como el conocido refrán:”Más vale prevenir que curar”.