Orar con la radio
De entre todos los medios que están al alcance de cualquiera, la radio, por su agilidad, viveza e inmediatez , se hace imprescindible para el hombre de hoy y máxime para el cristiano. Nadie puede ni debe quedar indiferente ante los eventos que a diario nos comunican los medios y entre ellos, especialmente, la radio.
Por ella tomamos el pulso a la realidad cotidiana. Ella nos sirve en bandeja las noticias principales y globales del gran mundo y de nuestro entorno. Por ella y justo gracias a ella, somos conocedores de los avatares, luchas, progresos y defecciones de nuestros hermanos, los hombres.
Los grandes problemas que angustian y preocupan a esta variopinta humanidad nos llegan en directo a través de la radio. Las noticias gratas o luctuosas son el referente que no sólo alimentan nuestra memoria, sino que mueven nuestros sentimientos y corazones.
Ningún cristiano que se precie de tal, debe considerarse como una isla. Impregnado por lo que más le haya impactado de lo oído y trasmitido en la radio, deberá hacer motivo de reflexión, oración y petición a Dios, cuanto le haya conmovido sus entrañas y su corazón. Con espíritu altruista y solidario hablemos a Dios de cuanto ocupa y preocupa a esta humanidad desnortada para que él se compadezca de todos. Esto es orar.