Padre Miguel Rivilla San Martín
La experiencia la hemos pasado gran parte de los mortales. Estábamos viendo un filme apasionante, cuya trama nos había captado de pies a cabeza.
Sentados cómodamente en la butaca, vivimos, durante dos horas, inmersos en los personales avatares de los protagonistas del filme. Sufrimos, nos emocionamos y hasta disfrutamos en una virtual personalidad, ajena a la
nuestra. Al concluir el filme, recuperamos nuestra personalidad real .
Volvimos a ser nosotros mismos, atados a la realidad cotidiana y circundante. Eso fue todo.
Los 85,000 abortos
La noticia es de crónica negra. La dio en portada La Razón y precisamente en vísperas del día de Inocentes. Son datos registrados oficialmente por el Ministerio de "Sanidad".
Sólo en un año, el 2004, se han contabilizado, sin los clandestinos, 85.000 abortos en España.
Este solo dato informativo, nos debería llenar de vergüenza y consternación a cuantos aún conservamos un resto de aprecio y respeto por la vida humana.
Entre todos los anuncios televisivos que impactan y que difícilmente se pueden olvidar está el de la lucha contra la droga. Mientras se prepara una dosis – una raya blanca de cocaína- para ser absorbida por vía nasal, se muestra un plano de lo más repugnante que se podría imaginar. La raya blanca se ha convertido, al penetrar por la nariz, en un repugnante gusano que lentamente asciende dentro de la cabeza hasta llegar al cerebro del drogadicto.
Cuando las vocaciones escasean, he aquí, que la llamada de Dios, se hace sentir donde menos se piensa.
Sí. Los caminos de Dios son irrastreables. He aquí un curioso y llamativo fenómeno, que no deja de sorprender. Cuando en la Iglesia católica en general y en la española en particular, las vocaciones, tanto al sacerdocio como a la vida religiosa escasean y no están pasando buen momento, he aquí, que la llamada de Dios, se hace sentir donde menos se piensa.
No es lo mismo hablar de cristianos que de cristianos buenos. No me diga que qué más da. Que para ud. es lo mismo. Le respondo que aunque el matiz pueda resultarle baladí, en realidad no lo es. En efecto. Siempre que se habla de cristianos habría que concluir, por coherencia, que son o deberían ser buenos; pero la realidad es otra desgraciadamente, por lo que sería más propio hablar de buenos o malos cristianos.
Los jóvenes y Jesucristo
Me pareció algo increíble al escucharlo por la radio. Más tarde leí la noticia en la prensa y quedé sobrecogido e impresionado. No era para menos. En una encuesta a unos 2500 jóvenes europeos,-ingleses en su mayoría, de 16 a 24 años, sobre los personajes que más admiraban, entre los primeros puestos, sólo figuraban deportistas y artistas guapos.
Según una reciente encuesta, hoy en España, no está muy bien visto el manifestarse en público como cristiano. Existe, llamémoslo así, un cierto pudor o vergüenza a significarse como tal. Quizás influya un falso respeto humano o una ignorancia de lo que encierra en sí la condición de cristiano en medio de una sociedad secularizada, donde sólo cuentan los valores materiales.
28 de Octubre de 2007. Fecha histórica en los anales de la Historia de la Iglesia, de España y del mundo. Caso único y singular en más de 20 siglos de andadura cristiana, tanto por el número y calidad de los beatos ( muertes violentas, testimoniando su fe y perdonando a sus verdugos), así como por su repercusión mediática global.
Es justo reconocer, en general, que casi todos los medios españoles, sin apenas distinción de colores e ideologías, tanto orales como escritos y visuales, han estado a la altura de las circunstancias, en las luctuosas jornadas de la enfermedad y del óbito de S.S, el papa Juan Pablo II.
Se dice- y a veces es verdad - que una imagen vale por mil palabras. No siempre es así, pero lo que sí es innegable es que un canal de TV, una productora de cine, una emisora de radio, filme, video, dvd etc.. pueden educar o deseducar, más y mejor a gente con escasa formación y sin apenas defensa y cultura,( niños, adolescentes sobre todo) que los sermones, escritos, homilías, libros, tratados, consejos de los padres y adultos.