Padre Miguel Rivilla San Martín
Acaba de salir a la venta un libro sobre el Papa Benedicto XVI con este título, de J. M. Vidal, conocido periodista y sobresaliente por su afecto a todo lo eclesial.
Dicho libro es la cariñosa bienvenida que la progresía eclesial española tributa al nuevo papa .
Se explica y comprende todo a la primera, cuando aparece en primer lugar el ínclito, juvenil y desconocido "teólogo"(¡?)señor Miret Magdalena como presentador del libro.
Como el gran líder negro, antisegracionista, Martin Luther King, organizador de una marcha de más de 200.000 personas sobre Washington, podría decir, al contemplar la ingente multitud que se echó a las calles de las ciudades de nuestra España el 12 M, que servidor también he tenido un sueño, que pronto o tarde se realizará.
Llegará un día, nadie lo dude, en que una multitud semejante de millones de españoles saldrán a la calle en manifestación a favor de toda vida humana, desde el inicio de la concepción hasta su final.
Si algo grande, sublime y valioso ha habido en la Iglesia, considerado por todos los fieles, a lo largo de los siglos, en todos los tiempos y lugares del mundo, como un verdadero tesoro de infinito valor, este ha sido, sin duda alguna, el santo sacrificio de la misa, la sagrada eucaristía o el, así denominado, misterio pascual.
Muchas veces nosotros, fieles católicos, nos vemos preocupados y hasta nos sentimos inquietos, por el curso de los acontecimientos a los que asistimos dentro y fuera de la Iglesia, de nuestra patria y del mundo o aldea global.
No he encontrado mejor contrapunto, tras ver la película de Mar adentro, sobre el suicidio asistido de Ramón Sampedro, que leer con ojos humedecidos, el reportaje de ABC (20/9/04) sobre la parapléjica Olga Bejano de 41 años.
Lleva 17 totalmente paralizada de la cabeza a los pies. Apenas puede ver ni hablar. Se alimenta y respira artificialmente. Necesita los cuidados constantes de su madre y de su enfermera para sobrevivir, pero ella “no tira la toalla, que es lo fácil”.
Si bien es cierto que todo tiempo es bueno para reconciliarse con Dios, lo es, de un modo especial, el tiempo fuerte de CUARESMA (cuarenta días que anteceden a la fiesta de las fiestas cristianas, que es la Pascua). “Este es el día del Señor, éste es el tiempo de la misericordia”, nos recuerda a todos nuestra madre la Iglesia.
La frase es muy manida, pero verdadera. Estamos todos los humanos aquí en la tierra de paso. Como en la sala de embarque de un aeropuerto, todos permanecemos en la vida esperando el embarque para el viaje sin retorno. Sabemos que más pronto o más tarde nos llegará nuestro turno. Tenemos ya el billete en el bolsillo para LO DEFINITIVO, el más allá. Es cuestión de tiempo, que pasa raudo y nosotros con èl.
Madre Teresa de Calcuta, modelo de entrega y servicio a los más pobres entre los pobres, nunca- que se sepa- se metió en berenjenales de teologías de la liberación, ni acusar a la Iglesia, de la que ella se sentía humilde servidora, de machista o discriminadora de la mujer o detentadora de poder antievangélico.
Va siendo hora de que los que nos sintamos cristianos -católicos, dejemos de arremeter inmisericordes contra la Institución y nos pongamos a trabajar, codo con codo y de verdad, por los POBRES.
Es loable la manifestación por parte del señor Zapatero, al iniciar su mandato de Gobierno socialista, la declaración de intenciones de obrar con un nuevo talante, basado en el diálogo, la humildad y el consenso. Toda la ciudadanía espera que sus intenciones vayan acompañadas de hechos significativos.
En una sociedad libre y democrática cada institución, grupo representativo e incluso personas, han de saber ocupar el lugar que en justicia y por derecho les corresponde, para bien de la entera sociedad. Los prelados españoles han sabido estar en su sitio en el controvertido asunto de los mal llamados “matrimonios gays”.
-Cuando parecía que en España valía todo y que las cosas iban manga por hombro.
-Cuando parecía que el poderoso lobby homosexual se había adueñado de la situación.