Pasar al contenido principal

uniones homosexuales

Peligrosa reforma constitucional

Hace poco más de un mes (8 de marzo de 2011) los Senadores de nuestro país aprobaron una ley con nombre “bonito” y contenido “ambiguo”, lo que equivale a decir: “peligroso”. ¿Quién no está dispuesto a enarbolar una ley que defiende expresamente los derechos humanos? El problema está en definir cuáles derechos son los derechos humanos. Si no se especifica cuáles son, el margen interpretativo de la ley es fácilmente manipulable. Podría decirse que sí está especificado: aquellos que son reconocidos por los tratados internacionales.

Optimismo cívico

Los recientes sucesos legislativos y judiciales en México pueden inducir al desaliento a muchas personas, que impotentes contemplan la prepotencia de legisladores y jueces que perpetran la institucionalización de la barbarie, dando carta de legitimidad al aborto, el matrimonio  y la adopción homosexual.

Proteger el matrimonio

En la sociedad actual somos testigos de dos fuerzas centrífugas que amenazan con disolver la genuina identidad matrimonial, trayendo consigo, como consecuencia lógica, un alto nivel de insatisfacción personal y social. Por un lado está la presión ideológica que busca redefinir lo que es el matrimonio y la familia, degradando las leyes para que a fuerza de ampliar los conceptos arbitrariamente, estos se vacíen de contenido y terminen por ser vagos y genéricos.

El tema son los niños, Marcelo

Ya me he referido, en anteriores artículos, a la aberración de llamar matrimonio a lo que no lo es, a las uniones entre homosexuales. Esta agresión a una institución social, su célula básica, deberá ser resistida con todo. Una consecuencia de ella, aunque pudo evitarse, es el otorgamiento de la facultad –porque no es un derecho- de adoptar niños. Y éste es el tema, señor Marcelo Ebrad y Ministros de la Suprema Corte que, obnubilada su mente, han agredido, de paso, a la ciencia jurídica.

Primaveras negras

En días recientes, México y Cuba han vivido unos episodios sociales que aparentemente no tienen conexión. En isla caribeña fueron liberados algunos presos políticos, mientras que en nuestro País la Suprema Corte avaló la constitucionalidad de la llamada “adopción gay”. Sin embargo, entre ellos hay una raíz, ¿cuál es?