Pasar al contenido principal

política

Evangelio y política

Recientemente Benedicto XVI ha vuelto a abordar el espinoso tema del cristianismo y la política, que a primera vista podrían parecer dos realidades por lo menos heterogéneas, cuando no incompatibles o contradictorias. Lo llamativo es que sea precisamente Joseph Ratzinger, el antiguo cardenal que hizo hasta lo indecible por acabar con el maridaje entre religión y política que había forjado la teología de la liberación.

La actuación pública de los católicos

Abundan las voces que exigen que las creencias religiosas queden relegadas al ámbito de la conciencia personal, a la esfera de lo privado. Juan Pablo II decía: “No tengamos miedo de hablar de Dios ni de mostrar los signos de la fe con la frente muy alta” (Mane nobiscum Domine, n.26).
Algunas y algunos políticos exigen un Estado laico donde nadie imponga sus ideas. Ese político(a) es el primero que impone sus ideas laicistas –que no son neutrales: es ya tomar postura-, a un país formado en un 85% de católicos.

Religión y desarrollo

El ex Primer Ministro de Inglaterra, Tony Blair, señaló en una entrevista a L'Osservatore Romano que la religión -refiriéndose concretamente la Iglesia Católica- tiene un rol crucial en el desarrollo de los pueblos y siempre está orientada a lograr el bien común.

Corrupción politica

El espectáculo que ofrece a la ciudadanía la clase política en general y algunos políticos en particular, con su comportamiento ético, no puede ser más bochornoso y degradante. A través de los diversos medios se nos muestra, un día sí y otro también, un panorama de corrupción y amoralidad que causa rubor ajeno.

Uno de políticos

Con gracia me comentaban unos estudiantes de cómo algunos amigos suyos estudian Ciencias Políticas y bromeaban diciendo que llevan una materia de: “Protestas ciudadanas, paros y manifestaciones”, impartida por un Licenciado en Administración de huelgas. Esta semana, abundando en el mismo tema, me llegó un chiste por correo electrónico que dice así:

¿Vio Usted el Informe Presidencial?

Cuando hablamos de valores sociales, algunos destacan, ya que son valores que “hacen” sociedad, que logran que sea posible el funcionamiento de las sociedades. Entre otros, están los valores de participación, compromiso, solidaridad; esos son los que permiten que una sociedad funcione. Si la audiencia del pasado Informe Presidencial fuera un examen sobre estos valores, sin duda la mayoría de nosotros reprobaríamos.