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Cuando la política amenaza el deporte

Cuando la política amenaza el deporte

En  ocasiones el agua que bebemos contiene algo de magnesio, como sucede de forma ordinaria en Holanda. Cuando uno de los dos elementos, en este caso el magnesio, no respeta las cantidades, el resultado es muy diferente: una violenta explosión. Es algo que aprendí en el colegio, pero no dentro de las aulas…

Algo parecido sucede con el deporte y la política. No cabe duda que hay muchos ejemplos en la historia en que la política, en su justa medida, ha apoyado, fomentado, empujado el deporte dentro de la sociedad. La combinación puede llegar a ser igual de saludable que el agua que bebemos. En cambio, con los mismos componentes, uno de ellos manipulado, los resultados pueden llegar a ser devastadores. Lo acabamos de vivir...

El pasado 4 de marzo en Lahore, Pakistán, una docena de hombres bien preparados atacó al equipo de criquet de Sri Lanka con rifles, granadas, proyectiles, causando la muerte a seis pakistaníes e hiriendo a seis jugadores y un entrenador inglés.

El combinado de Sri Lanka se dirigía en autobús al estadio Gaddafi, campo de cricket más conocido de Pakistán, donde se iba a llevar a cabo el partido entre las selecciones de Sri Lanka y de Pakistán.

El equipo de Sri Lanka había aceptado una invitación para reemplazar en este torneo al equipo de la India, dado que este país había cancelado su presentación en Pakistán tras los atentados en Mumbai por los militantes islámicos.

El tiroteo duró 25 minutos, al más puro estilo de las películas de acción. Los resultados: muertos, heridos… pero sobre todo una nación y  un mundo del deporte conmocionado. Ciertamente el terrorismo en general no se puede equiparar a la política. Pero creo que el terrorismo nace cuando se radicaliza la política.

El cricket, que para gran parte del mundo es un deporte poco conocido y hasta extraño, es en Pakistán el deporte nacional. Quizás es el único deporte en el sureste asiático que es seguido con auténtica veneración por millones de personas, generando un verdadero movimiento de masas. Como el fútbol en Brasil, el esquí en Suiza, o el fútbol americano en Estados Unidos. El cricket llega a ser el lazo que mantiene viva la unión entre estos países a pesar de los momentos de crisis, siendo muy conocido el término de diplomacia del criquet.

 “Los jugadores de cricket nunca habían sido atacados en Pakistán a pesar de la situación del país”, afirmó Rashid Latif, ex capitán de la selección paquistaní. “Hoy es un día negro para el criquet paquistaní y para Pakistán”.

Muchos medios no tardaron en calificar este evento como el segundo episodio del atentado en los Juegos Olímpicos de Munich de 1972, donde un grupo de militantes palestinos atentaron contra atletas israelís. En aquel momento las consecuencias fueron desastrosas. Esta vez no creo que sean menores.

Cuando uno de los elementos no respeta la cantidad, se radicaliza, la reacción puede llegar a ser devastadora.