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Padre Fernando Pascual L.C.

Cuando la víctima vence al verdugo

Cuando la víctima vence al verdugo

El verdugo desea el mal de la víctima. Ultrajar, golpear, herir, matar a un hombre inocente y desarmado es posible sólo desde un odio profundo, desde un anhelo perverso de daño.

Pero la víctima posee un alma, un corazón, una interioridad, que ningún verdugo podrá tocar. Sus certezas, sus convicciones, sus amores, son capaces de vencer el deseo de mal, de mirar la misma muerte con esperanza gozosa, de ofrecer un gesto de perdón al asesino.

Diálogo y ley moral natural

Parece que hablar es tan fácil como abrir la boca, decir palabras, escuchar sonidos. Detrás de cada uno de esos actos, sin embargo, se esconden presupuestos profundos, sin los cuales es imposible el diálogo.

Una tradición milenaria de reflexión filosófica ha encontrado tales presupuestos en la “ley moral natural” (o, más sencillamente, “ley natural”). ¿De qué se trata? De reconocer que existe un sustrato común de normas y principios que vinculan a los seres humanos.

Dos raíces del laicismo

Delimitemos qué entendemos aquí por laicismo. Se trata de una ideología que busca marginar y excluir lo religioso de la esfera pública, especialmente (aunque no sólo) de las instituciones y de centros dirigidos por el estado o las administraciones locales (escuelas, hospitales, cárceles, etc.).

¿De dónde nace el laicismo? Entre sus muchos orígenes, podemos subrayar dos. El primero consiste en un modo de ver a las religiones como fuente de conflictos y males en la vida social.

Fe y razón. A un año del discurso de Ratisbona

Fe y razón. A un año del discurso de Ratisbona

Se cumple un año desde que Benedicto XVI pronunciase un discurso profundo y estimulante. El Papa hablaba a la comunidad universitaria, en la ciudad de Ratisbona, el 12 de septiembre de 2006, en el contexto de su segundo viaje a Alemania.

Sus palabras fueron una reflexión sobre la importancia de unir fe y razón como camino irrenunciable para el diálogo entre las culturas y las religiones.

Pena de muerte y aborto

Quizá parezca un sueño, pero muchos luchan por conseguir una moratoria mundial de la pena de muerte. Grupos políticos, movimientos sociales, personas que pertenecen a distintas religiones, se unen para alcanzar esta meta. Parlamentos de algunos países apoyan el proyecto, y buscan que los organismos internacionales (Unión Europea, Naciones Unidas) asuman un proyecto tan ambicioso.

¿Espectadores o protagonistas?

Es fácil decir que el mundo está mal. Guerras, hambres, injusticias, aborto, eutanasia, divorcio, abusos y violencias, engaños, fraudes, egoísmo, drogas, borracheras, infecciones, desastres... El elenco se hace largo, a veces casi repetitivo. Podríamos, además, señalar con el dedo a algunos de los culpables de tantas desgracias. Otras veces, de modo injusto y arbitrario, caemos en juicios temerarios o en calumnias sobre inocentes a los que culpamos de ser causa de algunos de esos males: añadimos a los males del mundo el mal de nuestras falsas acusaciones.

¿liberación o esclavitud?

No podemos vivir sin la ayuda de la técnica. Desde la mañana a la noche, la técnica nos rodea, nos precede, nos acompaña, a veces nos gobierna...

Despertamos en una cama, cubiertos por sábanas, ayudados por un reloj, acompañados por la luz eléctrica, aseados gracias al agua que llega desde tuberías y sistemas de control sumamente complejos.