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La pureza y el perdón son para valientes

Testimonio de María Goretti y su madre Assunta

María Goretti nació en 1890 y fue asesinada en 1902. A sus 11 años, 9 meses y 21 días de vida, fue mártir por amor a Jesucristo. Catorce bestiales puñaladas en el pecho y en el vientre acabaron con su existencia. ¿La causa? Oponer resistencia a Alessandro, un joven de veinte años que intentó violarla. Durante el intento, María sólo repetía: “Dios no quiere”.

Papá, atrévete a decirme que no

Hoy en día existe la tentación en muchos jóvenes matrimonios de permitir a sus hijos aquello que no les fue permitido a ellos, aunque con estas concesiones se contradigan los principios y valores cristianos que están tratando de infundir en casa. 

La irreflexión, el quedar bien y el no saber dar negativas con pulso firme a los hijos, arrastran a algunos padres de familia a la incoherencia entre lo que piensan y lo que en realidad transmiten.   

Primeras observaciones de Galileo

Primeras observaciones de Galileo

“En este año 2009, que en el IV centenario de las primeras observaciones de Galileo Galilei gracias al telescopio, se dedica de modo especial a la astronomía, no podemos dejar de prestar una particular atención al símbolo de la estrella, muy importante en el relato evangélico de los Magos, que con toda probabilidad eran astrónomos”. Escuchamos a Benedicto XVI en la reciente fiesta de Reyes.

La paz

La paz sea contigo

“Fraternalmente, dense la paz”, dice el sacerdote o el diácono en la santa Misa y, entonces, aunque las normas litúrgicas nos digan que solamente debemos dar la paz al que está a nuestro lado, todos los fieles entran en el frenesí de desear la paz a conocidos y a desconocidos. ¡Nos encanta dar la paz!

El pudor

Los lagartijos

Cuando la calle de Madero de la ciudad de México se llamaba todavía “Plateros”, a finales del S. XIX, los “niños bien” de aquel entonces acostumbraban pasar el día viendo caminar a las muchachas y tomando el sol, por lo que les decían “los lagartijos”. Les encantaba que lloviera porque entonces las jóvenes damitas, vestidas a la moda de entonces, con largas faldas, tenían que recogerse levemente el vestido y les permitían ver ¡los tobillos calzados con púdicos botines!

Ciento y pico de años después