El dolor de la Iglesia
El verdadero dolor de la Iglesia no proviene –en frase certera y bien expresiva de Jiménez de Parga - de “ las canalladas” que le infligen, pública y privadamente, ciertos medios con sus injustas campañas, sus injurias, y sus calumnias.
Más de veinte siglos de luchas y sufrimientos, han forjado y templado la resistencia de la Comunidad cristiana, frente a toda clase de persecuciones y ataques, bien orquestados, provenientes, tanto de sus declarados enemigos, como de sus propios hijos ingratos, rebeldes, cobardes y traidores.