Lo que es evidente no necesita demostración. Las denuncias del cardenal español Herranz, en sus bodas de oro sacerdotales, son axiomáticas. Denunció «la cizaña fundamentalista laicista y anticatólica» que están sembrando en el país algunos políticos y medios de comunicación, según informa Efe.
El cardenal analizó puntos claves como es el concepto de matrimonio, el derecho a la educación de los padres, el valor de la vida. Es de esperar que los católicos españoles estén preparados para estos acontecimientos y otros que no faltarán. Que nadie pierda la confianza en Dios.
Casi todos recordamos el final de la parábola evangélica del trigo y la cizaña.
Aparentemente parece que llevan las de ganar los sembradores del mal. Su final está anunciado y sentenciado. La cizaña será atada en gavillas al final de los tiempos y echada al horno ardiente. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Pues eso, al buen entendedor pocas palabras.