La formación de los adolescentes ¿Ir contra la corriente?
“-¡Ya bájale! ¡Eres demasiado rígido; “aflójale”! ¡Tienes que abrirte a los nuevos tiempos! ¡No puedes ser tan retrógrado, tan escrupuloso! ¡Tienes que ser más ‘open mind’!”
Estos comentarios los recibía un amigo mío por parte de otros padres de familia. Él tiene tres hijos entre los 16, 15 y 14 años (una chica y dos varones) y las críticas se debían a que tiene por costumbre llevarlos y recogerlos los sábados por las noches, cuando ellos van a fiestas.