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Formar para la vida

La formación de los adolescentes ¿Ir contra la corriente?

“-¡Ya bájale! ¡Eres demasiado rígido; “aflójale”! ¡Tienes que abrirte a los nuevos tiempos! ¡No puedes ser tan retrógrado, tan escrupuloso! ¡Tienes que ser más ‘open mind’!”

Estos comentarios los recibía un amigo mío por parte de otros padres de familia. Él tiene tres hijos entre los 16, 15 y 14 años (una chica y dos varones) y las críticas se debían a que tiene por costumbre llevarlos y recogerlos los sábados por las noches, cuando ellos van a fiestas.

Adiós a una generación valiente

Cuando no son las crisis económicas, son los problemas de inseguridad. Cuando no es el bajo nivel educativo, es la falta de democracia. Los motivos, o pretextos, pueden ser muchos, pero es un lugar común escuchar que “vivimos tiempos muy difíciles”. En particular, esta expresión la escucho de parejas jóvenes cuando hacen alusión a “la familia pequeña”, cuando justifican tener pocos hijos, “para darles más”.

Día del Padre

El tercer domingo de junio celebramos a los papás; en medio de la algarabía de la fiesta familiar, no sin cierta dosis de consumismo oportunista, es bueno que reflexionemos sobre la figura paterna, tan denostada actualmente. No se trata de una afirmación gratuita: basta echar una mirada a “Los Simpson” o “Family Guy” para constatar que se ha devaluado hasta el ridículo la imagen paterna, y ello lo perciben los niños desde su primera infancia.

Coherencia de Vida

La coherencia de vida es una característica de la autenticidad de vida . La división, la incoherencia, la falsedad, la ruptura entre lo que se piensa, se dice y se hace, muestran que falta una recia unidad de vida. El esfuerzo diario por conseguir la unidad de vida, nos lleva a ser cada vez más coherentes. La unidad de vida comprende tanto a la persona misma como a sus obras, pues excluye fisura entre ambas.

¿Hay esperanza frente al alcoholismo?

Al escritor Jorge Luis Borges, anciano y ciego, le preguntaba un joven:

“¿Cómo es posible que un hombre tan culto e inteligente como usted, se empeñe en oponerse al curso de la historia?”. La respuesta fue la siguiente:
“Oiga, joven ¿no sabe usted que los caballeros sólo defendemos causas perdidas?”. Las causas perdidas son las únicas que vale la pena defender. No
sólo porque las otras se defienden solas, sino porque la verdad siempre aparece como desvalida.

¿Debería aceptarse la EUTANASIA?

Por eutanasia se entiende una acción u omisión que por sí misma busca la muerte en orden a eliminar el sufrimiento.

Una sociedad avanzada es la que logra evitar la soledad de los ancianos, la que cuenta con médicos que saben cuidar cuando ya no pueden curar, la que ofrece los cuidados para dominar el dolor. En cambio, legalizar la eutanasia es una declaración de derrota social. El tema de la eutanasia no es tanto el sufrimiento del enfermo, sino el sufrimiento del que lo cuida y ayuda. Hoy día no se quiere sufrir.

La aventura de la vida ordinaria

Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas. Dicho popular 
Desde la fundación del Opus Dei, en 1928, San Josemaría Escrivá de Balaguer nos ha venido a recordar que el trabajo humano no es consecuencia del pecado original sino parte del plan de Dios para todo ser humano. El trabajo de cada día puede resultar novedoso si sabemos meter vida de fe y oración, y el trabajo más valioso será el que se haga con más amor de Dios. Decía el poeta que, en este mundo, todo será de acuerdo al cristal con que se mira.