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Caritas in veritate

La paradoja de los derechos

En el cuarto capítulo de su encíclica “Caritas in veritate” Benedicto XVI hace una aguda observación que puede ser interesante comentar: “Hoy se da una profunda contradicción. Mientras, por un lado, se reivindican presuntos derechos, de carácter arbitrario y voluptuoso, con la pretensión de que las estructuras públicas los reconozcan y promuevan, por otro, hay derechos elementales y fundamentales que se ignoran y violan en gran parte de la humanidad”.

Sólo en la verdad se da el verdadero desarrollo. No dar de comer tierra.

1) Para saber

Hay un anhelo común en los hombres tanto de una manera personal, como sería en el matrimonio, como entre los grupos o naciones: es la obtención del entendimiento y la paz.

Cuando se llega a estar de acuerdo en algo, se produce entonces cierta comunión entre las partes. Ese entendimiento es pleno cuando se consigue llegar a la verdad. Si cada parte tiene una opinión distinta, se podría mantener cierta convivencia, pero no habría una profunda unidad y comunión entre ellas.

Desarrollo y cristianismo

 Desde el principio, Caritas in veritate declara su afirmación principal: “La caridad en la verdad, de la que Jesucristo se ha hecho testigo con su vida terrenal y, sobre todo, con su muerte y resurrección, es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad” (n. 1). “La fuerza más poderosa al servicio del desarrollo es un humanismo cristiano” (n. 78).

Economía y gratuidad

En su tercer capítulo, la carta encíclica “Caritas in veritate” se detiene más detenidamente en la noción de “gratuidad” como aspecto clave para replantear la vida del hombre y más concretamente su actividad económica. Si bien la “gratuidad” tiene hondas raíces dogmáticas (baste pensar en el contenido de la palabra “gracia” en la tradición cristiana), también goza de una dimensión claramente antropológica, anclada en la naturaleza humana que rebasa las fronteras de la fe, para convertirse en una noción de carácter interreligioso e intercultural.

El desarrollo humano en nuestro tiempo I

Benedicto XVI va hilvanando cuestiones de fondo con asuntos concretos y urgentes en el segundo capítulo de su encíclica “Caritas in veritate”; evita así el peligro de caer en una enumeración de principios que pueden tener una buena acogida, sin incidir en las cuestiones concretas que implican un compromiso actual, una decidida línea de acción social y política; es decir decaer en una banal enunciación de buenos deseos, que cada quien puede acomodar a su conveniencia, para tranquilizar su conciencia social.