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Sólo en la verdad se da el verdadero desarrollo. No dar de comer tierra.

1) Para saber

Hay un anhelo común en los hombres tanto de una manera personal, como sería en el matrimonio, como entre los grupos o naciones: es la obtención del entendimiento y la paz.

Cuando se llega a estar de acuerdo en algo, se produce entonces cierta comunión entre las partes. Ese entendimiento es pleno cuando se consigue llegar a la verdad. Si cada parte tiene una opinión distinta, se podría mantener cierta convivencia, pero no habría una profunda unidad y comunión entre ellas.

Cada persona tiene unos pensamientos, pero éstos no siempre son verdaderos. Por eso dice el Papa Benedicto XVI que la verdad es la que nos ayuda a traspasar nuestras opiniones subjetivas. Incluso nos hace superar las determinaciones de la propia cultura. Ello explica que el cristianismo, portadora y anunciadora de la Verdad, pueda ser aceptada por cualquier cultura, y no sólo como un añadido, sino como perfeccionadora de dicha cultura. Anunciar y testimoniar la verdad, dice el Papa, ha de ser la misión de cada cristiano.

2) Para pensar

Cuentan que hace muchos años, cuando hubo mucha hambre en China y muchos morían, las madres chinas, desesperadas por no poderle dar de comer algo a sus hijos hambrientos, les daban de comer tierra con el fin de engañar al estómago al sentir algo pesado en él y dejaran de sufrir, con graves consecuencias. Algo parecido sucede cuando a las personas no se les habla con la verdad y se les llena el estómago con la tierra de la superstición y de la falsedad, haciéndoles creer como verdadero lo que no lo es con consecuencias también graves. En este campo tienen un papel muy importante los educadores y los medios de comunicación pues al transmitir información, están alimentando a las almas.

Por ello la Iglesia se preocupa de no distorsionar la verdad, y de proclamarla con claridad y valentía, aunque sepa que algunos la podrán calificar de intransigente. Pero no puede engañar a las personas sólo para ser aceptada por esos algunos. El Papa Benedicto XVI señala que “vivir la caridad en la verdad lleva a comprender que la adhesión a los valores del cristianismo no solo es un elemento útil, sino indispensable para la construcción de una buena sociedad y un verdadero desarrollo humano integral” (‘La caridad en la verdad’, n.4). El mismo Papa nos da ejemplo de testimoniar la verdad sin miedos, pues sabe que la Iglesia tiene un compromiso con la verdad, aunque a veces le haya costado la vida de muchos mártires.

3) Para vivir

La verdad, que viene de la palabra griega “logos”, al comunicarse produce el diálogo (dia-logos), es decir, el logos de dos, es compartir la palabra, la verdad, entre dos, creando así una comunión, una unidad entre las partes. Así, dice el Papa, la verdad abre el intelecto y une a las personas al ser comunicada.

Hay que vivir con el afán de transmitir la verdad, pero no imponiéndola, sino con caridad. San Josemaría Escrivá solía decir que no se trata de ganar en una discusión, pues así una parte vence y la otra queda derrotada. Sino que más bien se trata de convencer. Esta palabra, “convencer”, muestra mejor cuál ha de ser nuestra actitud, pues indica “vencer con”, es decir, que ambas partes salen vencedoras al conseguir, para ambas, la verdad.