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Padre Alejandro Cortés González-Báez

¿Sabe usted educar a sus hijos?

La paternidad y maternidad han de entenderse principalmente como una labor educativa, por lo tanto, la calidad de la paternidad ha de calificarse con la educación que se da a los hijos. Veamos algunos cuestionamientos sobre este tema:

¿Podría usted decir con claridad y en pocas palabras cómo está educando a sus hijos?

¿Cuáles son las metas a largo, mediano y corto plazo, que se han fijado como padres para cada uno de sus hijos?

¿Qué hacer en un velorio?

Tarde o temprano hemos de enfrentarnos a la desagradable experiencia de asistir a los velorios de amigos y parientes, y algún día también, al nuestro. Ahora bien, antes de que les toque a otros la suerte de sepultarnos, considero oportuno pensar cuál ha de ser nuestra actitud frente a los deudos del difunto en turno, toda vez que, con justa razón, pueden esperar algo de nosotros.

¿Pobre ratón?

Cuenta una fábula que estaba un ratón mirando por un agujero de la pared cuando vio al granjero y a su esposa con un paquete entre sus manos, e inmediatamente trató de imaginar cual sería el tipo de comida habían comprado. Pero cuando lo abrieron quedó aterrorizado, pues era nada

menos que una ratonera. Entonces se fue corriendo a la granja para advertir a todos: ¡Hay una ratonera dentro de la casa…; una ratonera dentro de la casa!

¿Para que sirve la moral?

He de confesar que cada día me impacta más enfrentarme a la “amoralización” de la sociedad. Desde siempre y por siempre han existido y existirán los inmorales es decir, aquellas personas cuya conducta va contra los principios morales -aquellos que se portan mal- pero, al fin y al cabo, dándose cuenta de ello. Sin embargo, basta escuchar un rato la radio a cualquier hora, para oír comentarios donde se mencionan ejemplos de desordenes morales a los cuales se les ha ido otorgando carta de nacionalidad.

¿Matrimonio para siempre?

¿Matrimonio para siempre?

-Margarita: Siéntate y por favor pon mucha atención. Necesito decirte algo: ¡Quiero que nos divorciemos!

-¿Que qué?

-Que quiero que nos divorciemos.

- No entiendo... ¿Que dices...? No juegues. ¿Por qué? ¿Estás jugando verdad?

-Quiero que nos divorciemos porque te amo tanto que quiero casarme otra vez contigo.

¿Jalas, o te pandeas?

¿Cuando éramos pequeños -estoy hablando de hace medio siglo- solíamos salir a jugar con otros niños. Ahora, ya no se sale a la calle pues los peligros son muchos, las comodidades y los juegos dentro de la casa son demasiado atractivos, y además ya no hay niños.

¿Iniciativa Privada o Intereses privados?

No cabe duda de que estamos viviendo momentos especiales. Violencia, tiros, muertos, secuestros, retenes, custodios, policías, soldados, trampas, emboscadas, rostros cubiertos, granadas, levantones, ajustes de cuentas, culpables e inocentes, declaraciones, estrategias, amenazas, nervios, equipos especiales, grupos de élite, blindajes, cámaras ocultas, venganzas, arraigos, cantidades impensables de dinero, prisión, deportaciones, despenalización del aborto, escándalos políticos. Confiando en la llegada de un final que se antoja insospechado y tal parece que muy lejano.

¿Hijos frágiles o padres sobreprotectores?

“Rodeado de sus oficiales, el rey llegó cuando todavía no había amanecido; tras él apareció el cortejo de madres de los nuevos guerreros. Ellas debían oficiar la antigua ceremonia de la entrega del escudo. Vestidas de blanco y con la cabeza cubierta se colocaron delante de las formaciones de hoplitas. A un toque de trompeta los jóvenes abandonaron las filas y se detuvieron unos pasos más adelante; a un segundo toque apoyaron en el suelo los escudos con la lambda roja que habían recibido de sus padres el día de la iniciación.

¿Independencia o libertad?

Hoy festejamos nuestra independencia. Por mi parte me siento en deuda con todos quienes lucharon para que políticamente nos hayamos independizado, pues ningún gobierno a distancia puede ser bueno. Pero por otra parte, no estoy seguro que toda independencia sea digna de celebrarse, sobre todo cuando se pasa de depender de uno para depender de otro, y cuando los resultados no son beneficiosos. En la historia del mundo no son pocas las guerras de independencia que podrían compararse con “me divorcié de mi mujer para casarme con mi suegra”.