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Padre Mariano de Blas L.C.

Siembra de esperanza.

Siembra de esperanza

La vuelta al colegio,

a la vida ordinaria,

a la tarea de abrir nuevos surcos;

plantar nuevas semillas,

y esperar una exuberante cosecha.

Sembrar con ilusión,

regar con paciencia,

cosechar con regocijo en el alma:

¡Eso es vivir!

Al mirar atrás

y ver los campos en flor,

los frutos madurando en las ramas de losárboles,

comprendo la alegría del campesino

Eucaristía - Reflexión

Eucaristía
Vive tu vida al pie del Sagrario.
Me lo dijo un santo.
Ahí, en la Eucaristía, vas a encontrar, siempre,
la respuesta a tus dudas,
la medicina de tus males,
el calor y el celo apostólico.
La Eucaristía es esto:
el amor de Cristo,
hasta el extremo, para tí,
durante toda la vida.
El sol no te alumbra o te calienta menos a tí
cuando alumbra o calienta a muchos.
Si tú solo disfrutas del sol,
hay millones bajo sus rayos,

El paso de Dios.

El paso de Dios

Desde muy temprano, como siempre,

se hizo patente el amor de Dios.

Comenzando por estrenar un día,

que, llamarlo maravilloso sería poco:

azul purísimo el cielo,

brisa fresca, que agitaba las hojas nuevas de un verde brillante.

La vida y el corazón de Dios palpitaba en las buganbilias rojas y moradas,

y en los capullos que reventaban en rosas de púrpura;

en los prados cuidados y frescos,

En el colegio.

En el colegio

Ayer arengué a las niñas de quinto y sexto;,

hoy, a las de cuarto.

Siempre la gracia

asume el protagonismo

y da sus agradables sorpresas.

A lo largo de tantos años,

después de entrar en sus oídos tantos mensajes,

se logra, en mayor o menor grado,

un giro vital hacia Dios

y hacia sus leyes de vida.

La gracia va quedando,

como un sedimento,

Juventud del alma.

Juventud del alma

Me siento muy contento,

y bastante sorprendido,

experimentando

dentro de mi vieja piel,

la juventud que no tuve,

cuando era la hora.

Hoy vivo la primavera del alma,

y tengo las risas que fueron

tormento interior.

Hoy disfruto de la vida

y de las cosas que no disfruté.

Hoy tengo el derecho,

y el firme propósito,

Reglas de oro.

Reglas de oro

Me arriesgué a seguir

aquellas dos reglas de oro:

Prioridades y un asunto a la vez.

Resultado excelente.

Ya sólo falta seguirlo siempre,

y así los anhelados frutos

serán siempre excelentes.

Todas las reglas de oro

y los propósitos mejores

tienen un desafío:

¿A que no me cumples más de una semana?

Los grandes hombres son

En llamas.

En llamas

Lo mejor que pude y supe

les dí el retiro.

Al intentar calentar,

yo mismo me fui abrasando,

con el paso de los minutos.

Y pensar que, tiempo atrás,

era yo una luciérnaga,

un niño asustado,

Pero yo también escuché,

como Lázaro, un día,

la potente voz del Nazareno:

-“Sal fuera”,

y hoy camino por las calles,

de retiro en retiro,

de confesión en confesión,

Abuelitas.

Abuelitas

Misa de abuelitas, pobrecitas,

un recuerdo para ellas,

unas palabras afectuosas.

Tenerlas en cuenta,

hacerles sentirse útiles,

produjo el efecto de un milagro:

cupo lleno,

rostros, a la salida, algo más rejuvenecidos,

menos serios y dolientes.

Yo les digo, abuelitas,

que se pueden llevar

muchos años a la espalda,

pero se puede rebosar de juventud

en el alma, de alegría en el corazón.

Sonrían, abuelitas, a sus hijos,

a sus nietos, a este mundo triste

El tiempo.

El tiempo

No se puede detener el tiempo,

pero sí se puede obtener cien por ciento

de cada minuto, de cada hora, de cada día.

Y así, el tiempo se va,

pero queda la cosecha de eternidad

que en su paso conseguí.

Se puede y se hace el matar el tiempo,

tirarlo, dejarlo pasar sin más;

y también se puede transformar el tiempo

en elemento eterno,

Mi denario.

Mi denario

De mañana, imparto un retiro vibrante,

a una grupo de almas jóvenes;

una siembra más en la tierra de Dios.

Él regará y la hará germinar,

y al final de la jornada,

depositará en mi mano encallecida

el denario que su bondad me ha prometido.

Soy obrero de la primera hora,

he aguantado el peso y el calor de toda la jornada.