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Padre Mariano de Blas L.C.

Durar una semana.

Durar una semana

El que puede lograr una meta,

un propósito

durante una semana,

puede dos semanas,

puede tres, cuatro...

Así es posible durar un año

y toda la vida.

Pero, por desgracia, el empeño que se pone

durante la primera semana

no se pone en la segunda.

Y así no se puede durar.

El perezoso no piensa.

El perezoso no piensa

La pereza se resiste a salir de casa

y solo a puntapiés se va.

El hábito de pensar

y el hábito de hacer las cosas

por el orden de importancia

son hábitos de vencedores

en los negocios del mundo y del espíritu ;

los perezosos no saben de ellos

porque son perdedores.

El perezoso no piensa.

Y, si lo hace,

Gana el esfuerzo.

Gana el esfuerzo

Si uno se duerme, le agarra el cansancio,

la polilla, los nervios

y, tal vez, el desaliento.

Hay que mantenerse alerta

y realizar el mejor esfuerzo,

justamente al final de la cuesta,

al final del partido.

Si no, puede suceder que entre dos rivales

gane el patito feo, por tesonero,

por agresivo, por valiente.

No se gana con el prestigio,

se gana con el esfuerzo.

Un solo asunto.

Un solo asunto

Cuando me siento a trabajar

tomo un asunto solo,

lo ataco decididamente a él solo,

concentro en él toda mi capacidad mental;

y cuando está concluido,

cierro la carpeta y tomo el siguiente

y hago lo mismo con él.

¡Qué fácil,

qué descansado es luchar, cuerpo a cuerpo,

con un solo enemigo!

En poco tiempo

Las tres Divinas Personas.

Las tres divinas personas

Qué seguridad da el tener,

como eternos huéspedes,

en la propia casa,

a quienes más me quieren,

a los más poderosos,

a los que se han propuesto llevarme al cielo,

hacerme santo,

convertirme en heraldo de su Reino.

Un Padre que no tiene par,

un Hermano mayor a quien le debo

muerte de cruz,

un Amor con mayúscula

Hombre de fe.

Hombre de fe

Ha habido breves instantes

en que quizás he llegado a tener fe

como un grano de mostaza

y ha habido resultados.

¡Qué poca gente se atreve a creer.!

Por eso los hombres de fe

no tienen competencia;

logran todo sin que nadie se lo impida

se lo discuta.

Quiero ser uno de esos pocos

que tienen fe

y que logran todo.

Almas inocentes.

Almas inocentes

Pobres almas inocentes

que viven de sacramentos

y de amistad con Dios por un rato

y de juerga y disipación por otro.

Debe entablarse una guerra nada fácil

entre Dios y el mundo.

En algunas ganará Dios;

en otras no se ve claro

el desenlace.

Así andan muchos jóvenes por el mundo

a todos los vientos del mal,

como ovejas sin pastor.

Disciplina y amor.

Disciplina y amor

Disciplina y amor

deben ir siempre juntos

en todas las tareas humanas.

Agarrarse decididamente

y sólo a la disciplina, normas y reglamentos

es ir perdiendo paulatinamente el espíritu,

el calor humano, tan necesario,

y el entusiasmo.

La letra, la disciplina se requiere,

no se puede sin ella.

Pero no basta.

La perfecta síntesis es letra y espíritu,

El peso de hoy.

El peso de hoy

El ayer con sus luchas y esfuerzos

ya no me pesa.

El mañana,

con lo que encierre de sorpresas,

aún no me pesa.

El peso de hoy es liviano, suave, tolerable.

Y así debe ser mi caminar por la vida.

Siendo fiel un día,

he sido fiel una semana.

Semana que ya no pesa nada,

más bien ha fortalecido mis hombros

para seguir cargando el peso del hoy.

Te esperan las cumbres.

Te esperan las cumbres

La vida bien entendida es lucha,

es aventura

en la que se debe escalar la alta cima

con lo mejor del propio esfuerzo,

con todo lo que dé el alma y las uñas

y el corazón.

En marcha, pues.

Ármate de valor y fuego,

de hambre de Dios y de alturas.

Te esperan las cumbres.

Te espera Dios en la cima

para darte el eterno

abrazo de la victoria.