El dolor no es ciego
Experiencias trágicas como la del incendio de la guardería ABC pueden llevar a cuestionarse ¿dónde estaba Dios en esos momentos? Tales sucesos podrían debilitar la confianza en Dios y en una “Providencia amorosa”, súbitamente sustituida por el destino ciego frente al cual nos encontramos impotentes. Si a ello aunamos la ineficiencia de la justicia humana, las recriminaciones politiqueras y la irresponsabilidad, el resultado es un cuadro desconcertante, lamentable.