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Redacción Church Forum

Milagro de amor

Jesús, aquí presente en forma real,
te pido un poco más de fe
y de humildad.
Y así, poder ser digno de compartir
contigo, el milagro
más grande de amor.

Milagro de amor tan infinito,
en que tú, mi Dios te has hecho,
tan pequeño y tan humilde
para entrar en mí.
Milagro de amor tan infinito
en que tú mi Dios te olvidas
de tu gloria y de tu
majestad por mí.

Huellas

Ella tuvo un sueño,
caminaba por la playa,
caminaba por la playa
con el Señor.

Y del cielo aparecieron
escenas de su vida
y dos pares de pisadas
en la arena y en la brisa.

Dos huellas son de ella
y dos de Jesucristo,
que marcaban en la arena
el tiempo del amor.

Y mirando el camino
de su tiempo recorrido
muchas veces un par de huellas
habían desaparecido.

Hoy Señor vengo ante ti

Hoy Señor vengo ante ti
bajo tu mirada a descansar.
Te entrego mi fe, mi esfuerzo, gratitud,
pues sólo Tú mueres por mí.

Hoy Señor vengo ante ti.
Hoy Señor vengo a pedir
que no te olvides de mí,
que me alientes una vez más,
que me vuelvas a levantar.
Contigo quiero caminar.

Hoy Señor vengo ante ti
con esperanza en tu Amor Salvador,
en tu Gloriosa Resurrección,
Amén, Amén.

La barca

Sola en el puerto de la verdad, (de la verdad)
veo mi vida meciéndose en el mar.
Es una barca que no viene ni va,
mis esperanzas son velas sin hinchar.
 
No tengo playas donde llegar, (donde llegar)
no tengo amarras, a nadie tengo ya.
A la deriva está mi barca en el mar.
A la deriva, mi vida flota ya.

Hombre verdadero

Hombre verdadero

Yo no se que está pasando,
parece quieren cambiarme
al hombre que llevo dentro
y que vive en cada gente.

Yo no se si ya no escucho,
o si es él quien me habla menos,
lo que siempre fue su canto
hoy presiento que es mi llanto.

Eres, Jesús, el carpintero,
el de alegrías y quebrantos
de pobres y afligidos,
de mi canto y el de tantos.
Jesús, amor, Padre, ternura,
Dios del pan, Dios del madero.
Señor de la esperanza,
eres el hombre que yo espero.

El hombre que yo conozco
no es de espuma y vanidades,
siempre es libre y verdadero;

Espera mi Señor crucificado

Espera, mi Señor crucificado,
espera que despierte el corazón;
que, al mirarte silencioso y traspasado,
te dirá nuevamente su canción.

Cantando bajo el cielo de la noche,
al sentir, mi Señor, tu inmensidad,
cuando todo callaba junto a mí,
me cubría como un manto tu bondad.

Llorando bajo el cielo de la noche,
he dejado que muriera mi cantar;
y en la noche más oscura de mi vida,
tal vez Tú te cansaste de esperar.

He pensado

He pensado cuántas cosas quisiera decirte,
cuántas cosas quisiera entregarte;
cuántas veces me he quedado muy triste 
al darme cuenta que he vuelto a fallarte. 
 
Cuando veo que eres tan bueno conmigo, 
porque caigo y Tú estás para levantarme; 
no consigo entender tu grandeza, 
pero es simple: yo soy hijo y Tú mi padre.
 
Gracias por ir a mi lado,
por ser mi camino
gracias por ser compañero, porque eres mi amigo;

Felices hombres del Señor

Felices hombres del Señor
del mundo sean primavera.
El hielo funde con amor,
pues Dios es sol en nuestra tierra.

Al mundo en oscuridad
vuelves Jesús a revelar
lo que nos dice tu misterio.
Danos tu espíritu a vivir
puedes tu vida dar así,
el gozo eterno de tu reino.

En nuestra pobre sequedad
no ha sido fácil encontrar
el cielo abierto hacia tu reino.
Danos tu espíritu a vivir
pues nos dijiste al partir
“Yo viviré siempre en ustedes”.

El sueño imposible

Con fe lo imposible soñar,
al mal combatir sin temor,
triunfar sobre el miedo invencible,
de pie soportar el dolor.

Amar la pureza sin par,
buscar la verdad del error,
vivir con los brazos abiertos,
creer en un mundo mejor.