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Felices hombres del Señor

Felices hombres del Señor
del mundo sean primavera.
El hielo funde con amor,
pues Dios es sol en nuestra tierra.

Al mundo en oscuridad
vuelves Jesús a revelar
lo que nos dice tu misterio.
Danos tu espíritu a vivir
puedes tu vida dar así,
el gozo eterno de tu reino.

En nuestra pobre sequedad
no ha sido fácil encontrar
el cielo abierto hacia tu reino.
Danos tu espíritu a vivir
pues nos dijiste al partir
“Yo viviré siempre en ustedes”.

Tú el artesano de la paz
¿Cómo poderla recrear
en nuestro mundo que es de guerra?
Danos tu espíritu a vivir
que sopla y vuelve a existir,
viento de amor que regenera.

El corazón está cerrado
por egoísmos y temores
Tú eres Señor quien puede abrirlo.
Danos tu espíritu a vivir
porque eres Tú quien nos regala
el Dios ternura como herencia.