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Redacción Church Forum

Jesús, estoy aquí

Jesús, estoy aquí,
Jesús, que esperas de mí,
mis manos están vacías,
¿qué puedo ofrecerte?
Sólo sé que quiero ser diferente.
Jesús, estoy aquí, Jesús,
¿qué esperas de mí?
Mis ojos temen al mirarte,
quisiera poder enfrentarte.
 
Amar como tú amas,
sentir como tú sientes,
mirar a través de tus ojos,
Jesús.

Contigo mi camino es difícil,
me exiges abrir un nuevo horizonte,
en  la  soledad de mi noche,
Jesús.

El profeta

El profeta

Antes que te formaras dentro del vientre de tu madre
antes que tú nacieras te conocía y te consagré.
Para ser mi profeta de las naciones yo te escogí
irás donde te envíe, lo que te mande proclamarás.

Tengo que gritar, tengo que arriesgar, ay de mí si no lo hago
¿Cómo escapar de Ti, cómo no hablar?

Si tu voz me quema dentro.
Tengo que luchar, tengo que andar
ay de mí si no lo hago.
¿Cómo escapar de Ti, cómo no hablar?
Si tu voz me quema dentro.

No temas arriesgarte, porque contigo yo estaré
no temas anunciarme porque en tu boca yo hablaré.

El llamado

El llamado

Hace tiempo Tú, Señor, en gran silencio
escuchaste mis anhelos y proyectos.
Mi camino lo creía definido,
muy segura avanzaba yo sin Ti.

Pero un día Tú rompiste el silencio,
tu palabra mis proyectos cuestionó.
Me dijiste: Dame espacio en tu vida,
muchos planes he pensado para ti.

Habla Señor, dime Tú lo que has pensado,
necesito de tu voz y parecer.
He tratado de hacer sólo mi vida
y hoy quiero fundarla en tu querer.

Me expresaste: Un apóstol yo te haré y en tu boca mi palabra yo pondré.
Tú serás del perdido la esperanza,

El Señor es mi pastor (Salmo 22)

El Señor es mi pastor (Salmo 22)

El Señor es mi pastor;
nada me habrá de faltar.

El Señor es mi pastor
¿qué me puede faltar?
En las verdes praderas
Él me lleva a reposar,
condúceme a las aguas del solaz
y mi alma reconforta.

Él me guía por sendas de justicia
por amor de su Nombre,
en oscura quebrada yo no temo
porque estás junto a mí,
tu cayado, la vara de tu diestra
son ellos mi confianza.

Para mí Tú dispones una mesa
frente a mis adversarios;
has ungido con óleo mi cabeza
y mi cáliz rebosa;
de bienes y de gracias gozaré
en tu casa mientras viva.

Déjate

Déjate

Hace ya tiempo que comprendí
Tú me buscaste en todas partes,
la llama que un día comenzó a fallar, Tú no dejaste se apagase.

Yo no comprendo y digo:
¿Qué será? Será que estaba equivocado, y he descubierto que este loco está
de amor muriendo porque le ame.

Yo no he querido saber más
de la locura que me late,
pero la fiebre quiere regresar
y El no dejó de predicarme

Y tú me dices:
Déjate, que te consuma este fuego
no apagues ya más esta hoguera,
que si no hay fuego no habrá luz.
Créeme, que estoy clavado porque te amo

Digo sí

Digo sí

Llamas y me ofreces con amor
construir un mundo mejor,
necesitas de mí sí.
Quieres que te siga hasta el fin,
que comprenda que sin mí
muchos quedarán sin Ti.

Sí, no solamente porque sí
sino porque yo junto a Ti
encuentro paz, soy muy feliz.
Sí, aunque no entienda digo sí,
aunque no vea digo sí.
Tú me elegiste, siempre sí.

Sé que Tú no puedes esperar,
tengo que dejar mi plan,
Tu camino vale más.
Soy la sal que Tú quisiste echar,
luz que debe iluminar,
me elegiste para amar.

Sí, no solamente...

El buen samaritano

El buen samaritano

Anda faltando en el mundo
algún buen samaritano,
que trate al hombre de hermano,
tenga la sangre que tenga
y que venga de donde venga
siempre le tienda la mano
y que venga de donde venga
siempre le tienda la mano.

Por esos mundos de Dios
andan pobres y andan ricos,
andan grandes y andan chicos
aporreados por los males
y el prójimo no me lo explico
a dónde está que ya no sale
y el prójimo no me lo explico
a dónde está que ya no sale.

Hay que ser como los árboles,
que en las invernadas crudas
del ramaje se desnudan,

Consolad

Consolad

Consolad a mi pueblo, dice el Señor, hablad al corazón del hombre.
Gritad que mi amor ha vencido,
preparad el camino, que viene tu Redentor.

Yo te he elegido para amar,
te doy mi fuerza y luz para guiar.
Yo soy consuelo en tu mirar, Gloria a Dios.

Consolad a mi pueblo, dice el Señor, sacad de la ceguera a mi pueblo.
Yo he sellado contigo, alianza perpetua yo soy el único Dios.

Yo te he elegido para amar,
te doy mi fuerza y luz para guiar.
Yo soy consuelo en tu mirar, Gloria a Dios.

Creo en ti

Creo en ti

Estás presente en mi
la noche me habla de tu amor.
Estás presente en mi
por eso siempre creo en Ti.

En la noche larga de mi espera
con mis ansias de infinito miro al cielo y en el claro parpadear de las estrellas creo en ti.

Cuando transformado por el gozo
con mis noches luminosas como el cielo porque tengo todo el mundo ante mis ojos creo en ti.

Cántico de Daniel

Cántico de Daniel

Bendigamos a Dios
cantemos en su obra al Creador.

Sol y luna, bendecid al Señor
astros del cielo, bendecid al Señor
cielos y abismos, bendecid al Señor
toda la tierra, bendecid al Señor.

Lluvia y rocío, bendecid al Señor
vientos todos, bendecid al Señor
fuego y calor, bendecid al Señor
río y escarcha, bendecid al Señor

Luz y tinieblas, bendecid al Señor
noches y días, bendecid al Señor
rayos y nubes, bendecid al Señor
brisas suaves, bendecid al Señor

Mares y ríos, bendecid al Señor...
montes y cerros bendecid al Señor