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Tomad, esto es mi cuerpo..

 

Tomad, esto es mi cuerpo..

Tomad, esto es mi cuerpo. Esta es mi sangre...

Mc 14,12-16.22-26

Durante siglos algunos han dado mil vueltas a estas palabras. Han querido quitar de ellas todo lo que suena a exigencia. Han tratado de dar otra interpretación diferente de la católica a las palabras de Cristo. Sin embargo, es la fe de la Iglesia, durante 2,000 años, que Cristo realmente está presente en la Eucaristía. No dijo "Esto parece o simboliza mi cuerpo" sino "Esto es mi cuerpo".

"Te amo con el amor con que Dios te ama"

Pensar el amor en lo próspero y en lo adverso no es fácil para el ser humano: hombre y mujer. Se trata de una “prueba difícil”. Hay necesidad de la oración porque, en palabras de Juan Pablo II "el amor puede ser profundizado y conservado solamente por el Amor" . Veamos ahora cómo Dios acompaña al hombre en esta vocación y cómo hace real su palabra: “yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 26,26).

Tiempo y eternidad

Les escribo también con el propósito de hacer junto con ustedes algunas reflexiones en torno a un tema que ha sido objeto continuo de mi meditación toda mi vida, y especialmente en esta celebración anual que me permite agradecer a Dios Nuestro Señor el in

¡Venga tu Reino!

CARTA A TODOS LOS MIEMBROS DEL MOVIMIENTO «REGNUM CHRISTI»

10 de marzo de 1993

Muy estimados en Jesucristo:

Trece mexicanos que alcanzan la perfección. Un ejemplo de entrega para vivir

1) Para saber

Hace unos días, el Papa Benedicto XVI recordaba el mensaje que el Concilio Vaticano II lanzó al mundo: Todos los bautizados están llamados a la perfección de la vida cristiana: sacerdotes, religiosos y laicos, cada uno según su propio carisma y su propia vocación específica.

Esta perfección ya fue conseguida por trece mexicanos que este domingo, 20 de noviembre, serán beatificados en la ciudad de Guadalajara. Son trece mártires mexicanos asesinados durante la persecución religiosa de los años veinte que provocó la Guerra Cristera.

“Todo pasa: sólo el cielo permanece”

El P. Jakob Gapp fue condenado a muerte por defender la fe católica y por criticar las doctrinas del nacismo. Había nacido en Wattens, Austria, el 26 de julio de 1897. Sintió la llamada de Dios cuando tenía 22 años, e ingresó en el noviciado de los marianistas. Recibió la ordenación sacerdotal cuando tenía 33 años. Pronto se vio envuelto en un ambiente de tensiones y de luchas políticas, debidas, sobre todo, al creciente influjo de las ideas hitlerianas. Tras estudiar a fondo el pensamiento del nacionalsocialismo, llegó a la conclusión de que era una doctrina intrínsecamente anticatólica.

Tarjeta misionera

San Rafael Guízar (1878-1938) desarrolló su trabajo sacerdotal con espíritu misionero. Deseaba que miles de personas descubriesen el Amor de Dios, dejasen el pecado y comenzaran a vivir en el mundo de la misericordia.

Por eso, desde joven dedicó sus mejores energías para misionar. Fue misionero en Michoacán y en otros lugares de la República mexicana. Fue misionero entre muchos compatriotas que estaban refugiados en los Estados Unidos. Fue misionero, durante sus dos “exilios”, en Guatemala, en Cuba y en Colombia.

Tomad, esto es mi cuerpo..

Tomad, esto es mi cuerpo. Esta es mi sangre...

Mc 14,12-16.22-26

Durante siglos algunos han dado mil vueltas a estas palabras. Han querido quitar de ellas todo lo que suena a exigencia. Han tratado de dar otra interpretación diferente de la católica a las palabras de Cristo. Sin embargo, es la fe de la Iglesia, durante 2,000 años, que Cristo realmente está presente en la Eucaristía. No dijo "Esto parece o simboliza mi cuerpo" sino "Esto es mi cuerpo".

Tiene una voluntad firme.

“Hay en toda la vida de Cristo, en su persona y en su psicología, una fuerte tensión: no es un tipo apático, amorfo, flemático, comodón, instalado, sino un hombre que mira hacia el horizonte del mundo, escruta los signos de los tiempos, lucha y se esfuerza con ímpetu por llevar a cabo la tarea confiada.”

Tierras difíciles

El párroco había notado una concentración un poco especial en Miguel. Lo agradeció mucho, pues el muchacho, con sus 13 años y un cuerpo en pleno desarrollo, solía crear muchos problemas durante las catequesis. Durante la explicación de la parábola del sembrador no dejaba de mirar al sacerdote como quien está sumido en una reflexión profunda.