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El sueño del hombre y el sueño de Dios

Soñar no es algo sólo para niños. Los grandes también necesitamos momentos de fantasía en los que la vida brille de un modo distinto, fresco, alegre. Es cierto que no podemos vivir en los sueños. Los sueños no producen computadoras, ni construyen rascacielos, ni llenan los bolsillos con un poco de dinero. Pero, ¿de qué sirve tener comida, casa y familia si falta esa ilusión y esa alegría que da un toque especial a todo lo que nos rodea?

El Sudoku de la vida

El Sudoku de la vida

El Sudoku ha tenido un éxito sorprendente. Parece fácil tener que rellenar 9 grupos de 9 casillas cada uno con los números del 1 al 9, sin que se repita ningún número ni en las filas ni en las columnas. Pero luego, a la hora de solucionar los distintos problemas, se descubren dificultades no esperadas, y más de una vez hay que tachar una solución para volver a empezar casi desde el cero.

El sacramento de la caridad

Llamar a la Eucaristía “Sacramento de la caridad” es una hermosa manera para explicar cuál es nuestra vocación más profunda como cristianos: la caridad.

Somos cristianos porque Dios nos ama, porque nos quiere rescatar del pecado, porque nos permite que seamos hijos, porque nos ofrece en Cristo el abrazo eterno de Su Misericordia.

Necesitamos creer, necesitamos celebrar, necesitamos vivir auténticamente estas verdades que nos permiten ser cristianos auténticos.

Soy mi héroe

Es probable que, alguna vez, a todos nos dieran ganas de ponernos una camiseta color “anaranjado fosfo” o “amarillo letrero de autopista”, con una leyenda en letras gruesas y negras que diga: “Soy mi héroe”; sin embargo, cuando nos vemos al espejo recién despertados o, al final del día, la realidad nos obliga a poner los pies en el suelo y a reconocer que ese chulísimo, extraordinario y maravilloso ser, o se le hizo tarde, y todavía viene en camino, o ya se jubiló hace tiempo. ¿Por qué tendrá que ser tan cruel la señora realidad con quienes no le hemos hecho nada?

Síndrome de Aislamiento Acompañado

¿Les cuento un chiste? Pues hay tienen que entra un señor a un establecimiento de artículos fotográficos, y dirigiéndose al primer empleado que ve, le dice: ¿Sabe?: mi esposa y yo tenemos 28 años de casados, y la verdad es que desde el principio tuvimos algunos problemas, pero suponíamos que eran normales por ser los primeros años de matrimonio. A mí siempre me pareció que su familia se metía más de lo debido en nuestras vidas, y no respetaban la sana y normal privacidad de la nuestra.

Sexo, sexo… y más sexo

A principios de los “ochentas” recuerdo haber escuchado la historia de unos jóvenes quienes se fueron a divertir a Acapulco donde conocieron a unas chicas norteamericanas con las que, no conformes con pasar juntos todo el día, decidieron pasar también la noche. Al amanecer las jovencitas habían desaparecido, pero les dejaron un recado escrito con lápiz labial en el espejo del baño. El mensaje decía: “Welcome to AIDS” y así fue, tiempo después, cuando se hicieron los análisis dieron positivo: Los habían contagiado de SIDA. ¿Maldad, broma, inconciencia o venganza? Sólo ellas podían saberlo.

Ser obispo hoy en día

Desear el episcopado es algo bueno, pero personalmente considero que cuando algunos sacerdotes aceptan el llamado del Papa, para ser elevados a la dignidad de obispos, es probable que no sepan lo que les espera. Esto no significa que sean ingenuos o superficiales, lejos de mí tan grave falta de respeto. Lo que quiero decir es que difícilmente podrán calcular el peso enorme que caerá sobre sus hombros con dicha investidura. Prefiero suponer en ellos el deseo de servir a la Iglesia a pesar de lo que esto les suponga en trabajo, sacrificios, incomprensiones y calumnias.

Sr. Presidente

Sr. Presidente Felipe Calderón:

Una vez más me dirijo a un presidente de mi país, como lo he hecho en otras ocasiones, para hacerle algunos comentarios. Nada que usted no sepa, y como siempre, lo hago en nombre propio, pues en más de dos lustros de publicar en las páginas editoriales, actúo de acuerdo a mi conciencia.

Sociedad gel

Cuando era joven (o sea yo, no usted), los muchachos solíamos tener parámetros de diversión bastantes diferentes a los de las nuevas generaciones con sus “Nintendos”, “Lap-tops” y “I-pods”. No era raro que nosotros fuéramos capaces de meternos en una alberca de agua verde. No estoy exagerando, pues aunque el asco hacía acto de presencia, el deseo de aventura lo superaba. En una de esas ocasiones un amigo comenzó a pegar de gritos y salió de la alberca sacándose del traje de baño una culebra.

Siena y Asís: dos santos contestatarios

Siena y Asís: dos santos contestatarios

¿Se sataniza hoy en día a quiénes no están de acuerdo con algunas posturas del Papa?

Sería en la Pascua de 1996. Caminaba perdido entre las medievales calles de Siena. Los muros altos de las casas, enmohecidos por el tiempo y la historia, hacían difícil moverse entre la gente. No podía ver más allá de unos cuantos pasos. De pronto una bocanada de luz apareció a lo lejos y guiado por unas ansias de sol llegué hasta una plaza, la "piazza dei fiori". ¡Por fin podía respirar y ver el azul del cielo primaveral!