Religiosidad Popular
Mes de Noviembre. Iniciamos la época de festejos religiosos más intensa del calendario de la Religiosidad Popular con el día de los Fieles Difuntos, y Todos los Santos.
Mes de Noviembre. Iniciamos la época de festejos religiosos más intensa del calendario de la Religiosidad Popular con el día de los Fieles Difuntos, y Todos los Santos.
Todos los domingos "decimos" el Credo, y es posible que por este hábito no seamos conscientes del acto que estamos realizando. Para los primeros cristianos fue siempre importante el expresar que ellos creían en Cristo, como dirá Pablo, y en Cristo crucificado.
¡Ya está aquí! Desde primero de noviembre (a veces desde antes) el comercio nos ha inundado de adornos, regalos, luces que nos señalan: ¡Ya viene la Navidad! Y desde el veinte de noviembre, ¡los arbolitos! Los anuncios comerciales tampoco se han hecho esperar: “compre, regale, demuestre cariño…”
De todos los países católicos, en el nuestro parecería el último donde debería hacerse esta pregunta. La cristiandad mexicana es heredera de aquellos de nuestros ancestros que dieron su vida afirmando que Cristo es Rey: <<Tú reinarás, ese es el grito que ardiente exhala nuestra fe…>> como dice el querido Himno a Cristo Rey.
Hay veces en que prometemos sin saber a lo que nos comprometemos. Es muy fácil, cuando uno es joven y está sano decir y prometer que estaremos con nuestro cónyuge, con nuestra familia en la salud y en la enfermedad. Luego, los años pasan, la enfermedad llega, poco a poco a veces, otras veces con fuerza y por sorpresa. Entonces nos damos cuenta de que lo que prometimos no era poca cosa; que la enfermedad es una de las pruebas más fuertes para el amor.
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La leyenda atribuye la fundación de Roma a los gemelos Rómulo y Remo, amamantados por una loba. Esto pudo realizarse cuando uno de ellos, Rómulo, asesinó a su hermano gemelo; de allí el adagio latino: “Mors tua, vita mea”: Tu muerte es mi vida.
Cuando san Pablo escribe a los Gálatas pidiendo a Dios que “lo libre de gloriarse en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo”, no está exagerando ni usando un lenguaje metafórico; está hablando de su condición ordinaria de apóstol, para quien “el mundo está crucificado para él y él para el mundo” (cf Gal 6, 14). Llevar la cruz es la condición normal del seguimiento del Señor Jesucristo.
En mi artículo “Ignorancia Religiosa” se me ocurrió incluir un cuestionario sobre temas relacionados con la religión, y algunas personas me sugirieron que en otro momento resolviera dichas preguntas, pues con sencillez reconocían que les faltaba formación para contestarlas todas, así que ahora aprovecho para aclarar algunas de ellas.
A veces no me resulta fácil hilar las ideas para escribir el artículo comprometido con la redacción del periódico para cada semana; y ésta es una de esas ocasiones. Por lo que ahora, me tapo con un parche el ojo izquierdo, me visto una camisa de seda tres tallas más grandes de los que realmente necesito, me dejo crecer la barba una semana, me subo a una galera de velas hinchadas por el viento, y con un sable en la mano: me convierto en...: “pirata”. Chan, chan, chan chán, y a copiar textos de otros.
2 R 5, 1-15
Lc 4, 24-30