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Recién casados

Roma no se hizo en un sólo día

Vemos
con tristeza el desmoronamiento frecuente de matrimonios que comenzaron
con los mejores deseos e ilusiones. ¿Qué está pasando? ¿Por qué
fracasan los proyectos de realización en común, dejando sentimientos de
frustración y desadaptaciones que socavan las fuerzas e ilusiones de
gentes bien intencionadas? Sencillo: falta una buena dosis de esfuerzo
y, sobre todo, no se le da tiempo al tiempo.

Prohibido el silencio

Cuando
dos jóvenes llegan al matrimonio, en realidad se conocen poco. Tal vez
ni se dan cuenta todavía de la magnitud de su amor.

El amor es una aventura que hay que descubrir y vivir cada día. Se
necesita ir creciendo juntos, madurando juntos, para hacer de ese y de ese yo un nosotros.