Los
primeros años de la vida de un matrimonio son como los cimientos de una
construcción, que si son sólidos y fuertes la sostienen para siempre.
En el matrimonio es fundamental saber aprovechar y sobrellevar las
experiencias que dan los primeros años, donde lógicamente hay momentos
de armonía y desequilibrio. Sin embargo, no por problemas conyugales,
la pareja debe pensar en el divorcio como una alternativa inmediata lo
cual es muy frecuente entre los jóvenes porque les falta más
conocimiento sobre el compromiso que adquirieron. El matrimonio es la
base de la sociedad, porque el amor que hay entre los esposos es
realmente el amor que podrá desarrollarse en la familia.
No cabe duda que es bueno que la pareja haga un alto en el camino y
tome conciencia sobre los errores que están cometiendo en su relación
conyugal, corregir conductas, sentimientos y actitudes. Además de
reflexionar, esto les ayudará a estar preparados para las situaciones
que durante la vida se vayan presentando.
Definitivamente uno de los retos más difíciles que jamás hayan
existido es el mantener un sano, armonioso y fuerte matrimonio a través
del tiempo. Es una empresa que vale la pena llevar a cabo juntos el
hombre y la mujer, sobre todo para lograr una armonía conyugal tanto
física, sexual, moral, espiritual y emocional.
No olvidemos que el compromiso matrimonial es: yo te tomo de la mano y te juro que no te suelto hasta que tu alcances la felicidad total.