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Padre Sergio G. Román

El pulpo Paul y la adivinación

Unidos por un balón

¡Terminó el mundial! Nos dejó la ingrata experiencia de nuestras ilusiones futbolísticas frustradas por la temprana eliminatoria de nuestro equipo nacional, pero también nos dejó el grato recuerdo de un mundo unido por un balón. En esos juegos internacionales saboreamos, complacidos, la realización de la fraternidad universal.

La voluntad

Un hombre que sí tenía tiempo.

Una mujer con voluntad

Hasta sus 15 años, Cristina fue una mujer común y corriente. Muy bonita e hija única de madre soltera, era un tanto caprichosa y acostumbrada a tener lo que quería y cuando lo quería. De pronto, se presentó la desgracia: una enfermedad la dejó paralítica de medio cuerpo y, según nos contaba con sencillez, le dejó sin uso la mitad del cerebro.

La Esperanza

Un hombre que sí tenía tiempo.

A los 61 años, el hombre de hoy ya piensa en retirarse y gozar, si se puede, de su pensión duramente adquirida. Piensa que ya no tiene tiempo.

La religiosidad

Voltaire

Voltaire fue uno de los enciclopedistas e iluministas que en Francia proclamaron el triunfo de la diosa razón sobre el oscurantismo. Escéptico, se dice que era ateo, pero al final de sus días se retiró a una granja en Ferney, y para sorpresa de sus amigos ateos, levantó allí una Iglesia en cuya portada mandó grabar “Deo erixit Voltaire”, Voltaire la erigió para Dios”, y presumía que era la única Iglesia de Europa dedicada a Dios, ya que, realmente, no había en ese tiempo alguna Iglesia dedicada al Padre Dios.

La paz

La paz sea contigo

“Fraternalmente, dense la paz”, dice el sacerdote o el diácono en la santa Misa y, entonces, aunque las normas litúrgicas nos digan que solamente debemos dar la paz al que está a nuestro lado, todos los fieles entran en el frenesí de desear la paz a conocidos y a desconocidos. ¡Nos encanta dar la paz!