Libro Quiero vivir, pensamientos de vida (con permiso del autor)
Quiero que estudies
Para hacerme amigo de un perrito,
le doy de comer y le acaricio;
y el perro se hace mi amigo,
me mueve la cola,
corre a mi encuentro
y me acompaña a todas partes.
Si quiero que un niño estudie,
¿qué hago? ¿Qué hacen muchos papás?
Palo, amenazas y castigos;
le recalcan que es un tonto,
un flojo y un imbécil.
Vivan los jóvenes
Gasté nueve años de mi vida sacerdotal
en una sección juvenil
y pude ver que los jóvenes
tienen madera de apóstoles,
que saben entregarse,
cuando se les sabe motivar profundamente.
Juventudes hay,
inquietudes hay.
Faltan líderes de la juventud
que muevan a estos jóvenes
hacia metas elevadas
y mantengan su entusiasmo encendido.
Si te critican
El primer golpe
al escuchar el piropo o el reproche,
me cimbra.
Pero luego pienso fríamente
en lo que subyace de verdad y de mentira.
Si tienen razón lo aceptaré
y sacaré lecciones;
incluso me sentiré agradecido.
Si les falta razón,
me olvidaré y dormiré tranquilo.
No eres más ni eres menos
porque te alaben o te critiquen.
Reconstruir una sonrisa
Los pensamientos negros
hacen de una vida lo que éllos son,
una negra vida.
Ahora la tarea de vivir con entusiasmo
se torna más dura,
por haber dejado a esos potros salvajes
galopar por las praderas de mi pensamiento,
demasiado tiempo.
¡Qué difícil es reconstruir una sonrisa
donde ha cicatrizado la tristeza!
Pero sí se puede.
Profesión de padres
Si para una profesión
se emplean tantos años de estudio;
y apenas son suficientes,
para algo tan grande
como ser padre y madre
y educador de unos hijos,
qué menos que algún libro, algún curso.
Hay millones de esposos analfabetas del matrimonio;
lo pagan muy caro,
con una cuota altísima de infelicidad.
Voy a las cumbres
Tuve que florecer como cactus
en las arenas y en las dunas
y hacer amistad con las montañas rocosas,
sinárbol ni mata en sus laderas.
Algún que otro pino cobijó a su sombra
mis sueños de peregrino.
Amigo como he sido siempre
de las cumbres,
a las cumbres voy y en las cumbres me quedo,
para ver a Dios, si se puede,
un poco más cerca.
TRES FORMAS DE AMAR
En presencia de María,
madre de nuestro camino de perseverancia,
prometimos nuevamente
con alegría fresca y viva,
pobreza, castidad y obediencia:
tres promesas, tres cadenas,
tres formas de amar,
tres promesas
que sólo al Amor con mayúscula se pueden hacer.
El Amor ha sido dueño
de parte de mi vida.
Sólo falta que lo sea hasta el fin.
Querer en serio
Ten cuidado con lo que deseas,
porque lo conseguirás.
Cuando siembras un fuerte deseo
de alcanzar una meta en un alma,
ella la conseguirá.
No habrá dificultades demasiado grandes.
Dará la sangre y la vida.
Con uñas y dientes peleará.
Pero nadie da la sangre ni la vida
por algo que se quiere a medias.
Dejar de ejercitarse
Si se deja de luchar,
se pierde poco a poco,
pero inexorablemente,
lo que se logró con ímprobo ejercicio.
Deja de ejercitarte,
deja de luchar
y todo, todo, sin ruido, se fue.
Para destacar en un arte,
se requiere de ejercicio,
de ejercicio duro y persistente.
Dejas de luchar y se terminó el éxito.
El artista de la vida
Mozart podía componer toda una sinfonía
de un cantar tarareado por un campesino.
Un pintor, de un paisaje que todos ven,
realiza una obra maestra.
Un escultor extrae de una piedra
una estatua magnífica.
Los verdaderos artistas pasan por la vida
recogiendo pequeñas ideas,
canciones y piedras,
convirtiéndolas en obras maestras.