TRES FORMAS DE AMAR
En presencia de María,
madre de nuestro camino de perseverancia,
prometimos nuevamente
con alegría fresca y viva,
pobreza, castidad y obediencia:
tres promesas, tres cadenas,
tres formas de amar,
tres promesas
que sólo al Amor con mayúscula se pueden hacer.
El Amor ha sido dueño
de parte de mi vida.
Sólo falta que lo sea hasta el fin.