Si te critican
El primer golpe
al escuchar el piropo o el reproche,
me cimbra.
Pero luego pienso fríamente
en lo que subyace de verdad y de mentira.
Si tienen razón lo aceptaré
y sacaré lecciones;
incluso me sentiré agradecido.
Si les falta razón,
me olvidaré y dormiré tranquilo.
No eres más ni eres menos
porque te alaben o te critiquen.