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Pederastia

Ecos de la pederastia

Triste e interesante ha sido leer la vorágine de artículos generada por la pedofilia clerical. El escándalo adquirió enormes dimensiones y todavía existe una especie de suspenso sobre como vaya a terminar todo esto. Probablemente no lo sepamos pronto, en el sentido de que la Santa Sede –pienso- será especialmente cautelosa para no tomar determinaciones presionada por el ímpetu de la opinión pública. No se trata de tomar fáciles decisiones “populacheras”, sino de hacer justicia, examen e intentar remediar la situación en la medida en que eso es posible.

En Guerra contra Dios

La embestida mediática contra la Iglesia Católica permite, al público en general, dimensionar los esfuerzos de manipulación a los que todos estamos siendo sometidos. 

La feroz campaña de algunos medios de comunicación contra Benedicto XVI sobre los casos de abuso ocurridos dentro de la Iglesia Católica parecieran buscar desacreditar a la misma Iglesia, o si no, a todo el cristianismo; sin embargo, el objetivo de esos mal-informadores y sus patrocinadores es mucho más ambicioso: buscan desprestigiar a Dios.

La lección comunicativa del Papa

Los expertos dicen que en las situaciones de crisis hay que tener presente lo que ocurre y ha ocurrido en la realidad (los hechos), y la percepción que la gente tiene de los que ocurre o ha ocurrido (lo que publican los medios). La acción comunicativa se dirige a los dos niveles. Esto provoca que a veces se tomen iniciativas, se hagan declaraciones, gestos, etc. pensando solo en el nivel mediático. No hay que extrañarse de que, en ocasiones, esas medidas puedan aparecer a algunos un poco “falsas”, pensadas para la galería.

La pasión del papa Benedicto. Seis acusaciones, una pregunta.

El ataque que golpea al Papa Joseph Ratzinger con el arma del escándalo, ofrecido por sacerdotes de su Iglesia, es una constante de este pontificado.

Es una constante porque una y otra vez, en un terreno diferente, se golpea en Benedicto XVI justamente al hombre que ha obrado y obra, en ese mismo terreno, con más clarividencia, con más determinación y con más fruto.

Omisiones, tergiversaciones, calumnias, falsedades, fantasías e invenciones con un objetivo: el Papa

Han pasado cinco años desde la publicación de aquella conocida portada del periódico The Mirror que, tras la elección del cardenal Joseph Ratzinger como Papa, decía “God´s Rottweiler” (El rottweiler de Dios). Ya por entonces, los diferentes titulares, de carácter más bien hostil, presagiaban la relación que ofrecerían la mayoría de la prensa laica mundial a aquel que como cardenal ya habían tratado severamente mal.

Defienden ateos al Papa

Con motivo de los escándalos de pederastia por parte de algunos clérigos en Estados Unidos y Alemania, una activista de izquierda afirmó que la legitimidad de la Iglesia como garante de la educación de los más pequeños se ha visto minada. Duras palabras, pero ¿qué hay en el fondo de esta tendenciosa afirmación?

El Papa en la mira

La agencia “Associated Press” (AP) acaba de publicar una carta del entonces Card. Ratzinger en la que supuestamente postergaba la remoción del ministerio al pederasta Stephen Kiesle. Esta nota dio la vuelta al mundo ayer, y ha dejado un halo de sospecha sobre Benedicto XVI. Pero ¿el actual Papa defendió realmente a un pedófilo?

Pederastia y opinión pública

El tema de los abusos sexuales por parte de clérigos sigue muy presente en los medios de comunicación. Recientemente, Benedicto XVI envió a los católicos irlandeses una carta sobre esta crisis (21.III.2010), y el “New York Times” (25.III.2010) ha buscado involucrar al Papa mismo en la cadena de complicidad. Parecería que algunos han encontrado la oportunidad dorada para señalar el lado oscuro de la Iglesia; pero el resultado que han conseguido es la perdida de objetividad en su juicio sobre los sacerdotes. ¿Cuál es la justa valoración de estos abusos?

Unas gotas de contexto contra la histeria mediática

El espinoso tema de los abusos de menores por parte de sacerdotes es, además, particularmente insidioso, pues cuando uno intenta poner algo de contexto, tiene la molesta sensación de que se pueda interpretar como si se justificara en algo esa conducta criminal. Aún así, me parece que vale la pena ofrecer datos que ayuden a entender el problema en su dimensión real. La histeria mediática que estamos atravesando necesita, en efecto, de algunas dosis de contexto y perspectiva.