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democracia

Los laicos y la renovación social

      En su reciente viaje al Reino Unido el Papa Benedicto XVI ofrece a los fieles laicos, es decir, a los fieles comunes y corrientes, de a pie, sin ninguna consagración particular o ministerio eclesial determinado, un potente mensaje, un auténtico desafío y un horizonte atractivo para su vida y su labor cotidiana.  Quiere despertar de la apatía, de la modorra y el pesimismo a la parte más consistente –por lo menos numéricamente- de la Iglesia, la parte que puede fecundar y transformar el mundo.

Optimismo cívico

Los recientes sucesos legislativos y judiciales en México pueden inducir al desaliento a muchas personas, que impotentes contemplan la prepotencia de legisladores y jueces que perpetran la institucionalización de la barbarie, dando carta de legitimidad al aborto, el matrimonio  y la adopción homosexual.

Cuando los enanos crecen

Con sustento en la conocida expresión que dicta que “todo Pueblo tiene el gobierno que se merece”, y a un mes del inicio de las celebraciones por el bicentenario del comienzo de la independencia de México, el escenario es propicio para que a la calle salga el Pueblo que en Dios cree, y en la Iglesia confía, portando en mano estandartes con la imagen de Santa María de Guadalupe, iguales al que enarboló el Padre Miguel Hidalgo el 16 de septiembre de 1810, mientras grita “¡Viva México! ¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Muera el mal gobierno!”. 

Estado laico y enredado

Es urgente que en México se reduzca el embate de la violencia producida por las manos del crimen organizado, del narcotráfico y de gobernantes corruptos. Urge que la autoridad respete a los ciudadanos, es apremiante que los legisladores ya den muestra de que conocen y valoran tanto el bien común como la ley natural.

No hay democracia verdadera y estable sin participación ciudadana y justicia social

Mensaje de los Obispos de México a los fieles católicos, y a los hombres y mujeres de buena voluntad, ante las próximas elecciones federales.

Introducción 

México vive profundos cambios en su sistema político [1]. El tránsito a la democracia ha implicado para nuestro pueblo, la experiencia de encuentros y desencuentros, de logros y fracasos. Si queremos hacer de la democracia un estilo de vida, habrá que valorar críticamente las experiencias, aprender de ellas y generar actitudes nuevas que nos permitan decidir el rumbo de nuestra historia.

Democracia totalitaria

El título del artículo es peligroso, extremadamente políticamente incorrecto, y por ello retador, desafiante. Obviamente no toda democracia es totalitaria, pero toda corre el peligro de serlo en la medida en que establezca una alianza con el relativismo ético. Cuando el relativismo –no existe la verdad, todo es relativo al sujeto- y el agnosticismo –no puedo conocer la verdad- se erigen en condiciones de la democracia real y auténtica, se produce la corrupción del que hasta el momento parece ser el mejor modo para organizarse de los hombres en sociedad.

Muera la democracia


Ahora sí, que traigan leña verde para quemarme vivo. ¡Habrase visto tal insolencia!, sólo a mí se me puede ocurrir una herejía de semejante tamaño, y cuando estamos en pleno 2005 y con tanta efervescencia para las próximas elecciones. Esto no tiene perdón de Dios, ni de los hombres, ni de los animales, ni de los vegetales, ni de los minerales, ni de los tales por cuales...