Padre Fernando Pascual L.C.
Un profesor de filosofía del derecho explicaba que el sistema judicial de Occidente se había desarrollado hacia una dirección muy clara: proteger al más débil. Desde luego, esto no significa que la meta haya sido alcanzada con el nacimiento de las constituciones griegas, del derecho romano o de las legislaciones medievales o modernas. Han pasado muchos siglos desde que se iniciase a perfeccionar el sistema.
La Iglesia ante las críticas
Hay quienes se sienten sorprendidos por los recientes ataques contra la Iglesia católica. Obispos y sacerdotes, religiosos y laicos, instituciones y personas concretas, reciben continuamente ataques desde algunos medios de comunicación, algunas autoridades públicas o desde organizaciones no gubernativas.
¿Por qué la Iglesia se opone a la investigación con embriones humanos “sobrantes”? La pregunta aparece, de vez, en cuando, en la prensa, entre amigos, en la parroquia. Tras esa pregunta se esconde una cierta desconfianza, a veces una acusación: la Iglesia no se interesa por el bien de los enfermos ni confía en los científicos.
En muchos países de tradición “occidental” se vive una situación de fuertes cambios culturales, que han creado un clima de miedos y de inseguridad personal y familiar. Algunos síntomas podrían servir para retratar la situación:
-Familias pequeñas (pocos hijos, si los tienen). Esto lleva a una fuerte disminución del número de niños y a la imposibilidad práctica en mantener abiertas algunas escuelas por falta de alumnos.
El rey quería comprar un campo concreto, el campo del vecino. El propietario se niega: no vendería nunca lo que había recibido de sus padres. Tenía, además, la ley a su favor.
La reina piensa un plan: paga a dos miserables para que den falso testimonio contra el campesino intransigente. Con los “testigos” se inicia el juicio, se condena a muerte a un inocente. El rey ya puede pasearse por el campo que tanto anhelaba.
Nos duele escuchar que un tribunal ha condenado a muerte a un ser humano. Nos impresiona el saber que una persona, aunque haya sido un criminal, va a ser ejecutada.
Existe un rechazo bastante general hacia la clonación humana. Construir un hombre “programado” mediante una técnica experimental parece algo monstruoso. Por eso las Naciones Unidas, en su votación del 8 de marzo de 2005, han aprobado una declaración que invita a todos los países a prohibir la clonación humana.
La ONU adoptó, el 8 de marzo de 2005, una declaración sobre la clonación humana. El texto ha sido elaborado después de varios años de discusiones y polémicas. La polémica fue tan viva que el 6 de noviembre de 2003 se había decidido un aplazamiento de los debates: en aquel momento no era posible llegar a un acuerdo por el enfrentamiento que se había generado entre dos grupos de países.
Cualquier vida humana necesita agua y necesita comida. El seno materno fue el primer lugar donde recibido ese apoyo que tanto necesitábamos. Luego, por desgracia, un mundo lleno de injusticias divide a los hombres en ricos y pobres. Unos no saben lo que es el hambre. Otros, muchos, no saben lo que es la saciedad. Millones de niños y adultos mueren, cada año, de hambre, de sed.
El cónclave y el cardenal “in pectore”
Se ha hablado mucho en estos días del cardenal “in pectore”, es decir, del cardenal que Juan Pablo II había nombrado en secreto el año 2003, y cuyo nombre no comunicó antes de fallecer el 2 de abril de 2005.