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Padre Fernando Pascual L.C.

Desde el peso del pasado

Desde el peso del pasado

El pasado deja heridas, produce huellas imborrables. Lo que hicimos, lo que dejamos de hacer, lo que otros realizaron, condiciona mi presente, continúa en mis recuerdos, influye en cada uno de mis actos.El pasado “pesa”. A veces llega a paralizarnos. Provoca miedo, genera angustias, suscita desconfianzas, impide el tomar decisiones urgentes.

Pero el pasado no lo es todo. Porque cada uno tiene, en sus manos, un presente, un instante frágil y fugitivo, maravilloso y esperanzador.

Decisiones: algo nuevo en el mundo

Decisiones: algo nuevo en el mundo

Cada una de nuestras decisiones introduce algo nuevo en el mundo.

A veces pensamos que ciertas elecciones son insignificantes, sin valor, sin transcendencia. En realidad, quedarme a estudiar o ir de excursión, ver este o aquel programa televisivo, leer un libro de aventuras o uno de filosofía, tomar más o menos copas de cerveza... son decisiones que “entran” en mi vida, que llegan a ser parte de mí mismo, que me modifican.

Dejarme encontrar por Cristo

Cristo recorre los caminos del mundo. Busca hoy, como lo hizo hace 2000 años, corazones heridos, corazones hambrientos, corazones necesitados, corazones vacíos.

Ofrece amor, regala paz, resucita entregas, provoca santidades. Limpia, sana, dignifica a hombres y mujeres zarandeados por la vida, hundidos en el pecado, abatidos por la tristeza, marginados o rechazados por sociedades llenas de egoísmo y vacías de esperanza.

Dar a Cristo

Al mirar a nuestro alrededor podemos pensar que no quedan espacios para Cristo ni para la Iglesia. En ambientes del mundo de la ciencia, de la cultura, de la política, del espectáculo, la religión católica parece estar excluida, si es que no recibe ataques continuos, ironías llenas de rabia, o simplemente una ignorancia y un vacío llenos de desprecio. Otros separan a Cristo de la Iglesia, y consideran que es posible aceptar a Jesús de Nazaret sin tener que adherirse a la Iglesia católica.

Muertes por RU-486

En los últimos días la opinión pública ha dado el alerta: 6 mujeres han muerto en Estados Unidos tras haber usado la píldora abortiva RU-486 (conocida también como Mifeprex o Mifepristone). Una píldora cuyo fin es producir el “aborto químico” (o aborto farmacológico) de un embrión precoz. Una píldora pensada para evitar los “daños” y peligros del aborto quirúrgico, para disminuir traumas, para hacer más fácil y menos costoso el gesto de acabar con el propio hijo.