El sacerdocio, mucho más que un "servicio"
Discurso pronunciado el 24 de junio de 2009 por el Papa Benedicto XVI ante los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro para la audiencia general de los miércoles.
Queridos hermanos y hermanas:
Discurso pronunciado el 24 de junio de 2009 por el Papa Benedicto XVI ante los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro para la audiencia general de los miércoles.
Queridos hermanos y hermanas:
Benedicto XVI se ha mostrado firme en el tema de la disciplina del clero. Su reacción, ante los casos de conductas desviadas por parte de sacerdotes, ha sido de enérgica condena. Ahora ha tomado una medida para intentar remediar estas situaciones: convoca a un “Año sacerdotal”. ¿Qué es? ¿Qué resultados se esperan?
Un imborrable recuerdo infantil, que presenciaba en algunas iglesias, eran esas imágenes o esculturas, en madera o yeso, de santos con los rostros severos, la tez pálida; algunos con caras de sufrimiento o de dolor, y casi siempre transmitiendo tristeza. Otros externaban un aire demasiado angelical, al punto que no parecían seres de carne y hueso.
Mis queridos hermanos en el sacerdocio:
Paz en Cristo Sumo y Eterno Sacerdote.
Estamos al final del año Paulino, acontecimiento que estoy seguro cada uno lo ha vivido con diferente intensidad, sin duda ha sido un año de gracia para la Iglesia y para cada uno en particular. Pablo, el Apóstol que se encontró con Jesús en el camino de Damasco, nos enseña a ponerle a Él como centro de toda nuestra vida y poder decir: “para mí la vida es Cristo” y como él mismo lo afirma “todo lo demás” pasa a segundo lugar.
A una semana de haber comenzado el “Año Sacerdotal” propuesto por Su Santidad Benedicto XVI celebramos la fiesta de San Josemaría, Pastor, sacerdote diocesano, sacerdote entre los sacerdotes. Particularmente cercana se nos muestra su figura, ya que fue un sacerdote santo que vivió en el siglo XX y al cual conocieron y trataron multitud de sacerdotes, un gran número de obispos y varios Papas. Poseemos también videos y grabaciones de él, lo que nos lo muestra como un santo cercano, alguien que vivió en el mundo en el que vivimos y en el cual se santificó.
En la ciudad de Roma hay un edificio llamado Pedagogium. Se encuentra en la colina del Palatino, donde alguna vez estuvo el Palacio de los Emperadores. Sobre una pared hay un grafiti que representa a un crucifijo, con una persona hincada que reza delante de él. Debajo de la pintura hay una leyenda en griego que dice: “Alexamenos adora a su Dios”. Es la primera blasfemia “escrita” del occidente pagano. El crucificado tiene una cabeza de asno.
Etimológicamente significa “prudente”. Viene de la lengua griega.
A quien se detiene en los fracasos y el desánimo, se le paralizan las fibras del alma.
Disponiéndonos a empezar de nuevo, la paz del corazón y una alegría del Evangelio pueden cambiar nuestra vida.
Este nombre te parece rato. Y lo es, pero si recuerdas la historia, sabrás que fue uno de los siete sabios de Grecia en la antigüedad.
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Este Pontífice se ha hecho famoso porque le correspondió gobernar a la Iglesia Católica en la época en la que se acabaron las persecuciones y el emperador Constantino decretó plena libertad para practicar en todas partes la religión de Jesucristo.
A San Silvestre le regaló Constantino el palacio de Letrán en Roma, y desde entonces estuvo allí la residencia de los Pontífices.
Etimológicamente significa “venerado, respetado”. Viene de la lengua griega.
Dios dice: “ Yo soy el Comienzo y el Fin. Al sediento le daré de beber gratis del manantial del agua de la vida”.
Este sacerdote pertenecía a la congregación del Oratorio de Turín. Si hay algo que distinguir en su existencia, sería, sin duda, la humildad. Con ella estaba abierto a las inspiraciones de Dios y a la atención sensacional que prestaba a los pobres.
Etimológicamente significa “del país de las Sabinas”. Viene de la lengua latina.
¿Nos asaltará la duda? No nos detengamos, la duda no tiene nada de alarmante.
Hay creyentes que sufren la tentación de la duda.
Es totalmente normal. Lo que importa es salir de ella cuanto antes.
Hay muchos santos y santas en el santoral con este nombre. Hay lenguas como la italiano o la francesa que suelen escribir estos nombres con “v” para hacerlos más sonoros al oído.