Sabino, Santo
Obispo, 11 de diciembre
Etimológicamente significa “del país de las Sabinas”. Viene de la lengua latina.
¿Nos asaltará la duda? No nos detengamos, la duda no tiene nada de alarmante.
Hay creyentes que sufren la tentación de la duda.
Es totalmente normal. Lo que importa es salir de ella cuanto antes.
Hay muchos santos y santas en el santoral con este nombre. Hay lenguas como la italiano o la francesa que suelen escribir estos nombres con “v” para hacerlos más sonoros al oído.
Todos provienen de diferentes sitios y naciones, aunque se hayan concentrado todos en las Sabinas, la parte noreste de Roma.
Se le venera como obispo de la antigua diócesis de Canosa y también como legado que fue del Papa en Constantinopla en tiempos del emperador Justianiano, siglo VI.
Hay otro Sabino que fue mártir en Brescia. Otro es venerado en Catania. Este es del siglo VIII. Se fue de ermitaño con un grupo de discípulos.
El Sabino de 11 de diciembre fue obispo y su figura histórica está más que confirmada.
Según se puede estudiar, fue milanés, uno de los diáconos de esa iglesia.
El Papa san Dámaso lo envió en el 372 al concilio de Oriente porque en el se discutían las doctrinas y herejías arrianas.
Volvió a Roma trayendo cartas para los obispos de Occidente. Debido a su trabajo, virtud y sabiduría, lo nombraron obispo de Piacenza durante 45 años.
Fue amigo de san Ambrosio y luchó ardientemente contra los arrianos. Murió el 11 de diciembre del 420.