Sofronio de Chipre, Santo
Obispo de Chipre, 8 de diciembre
Etimológicamente significa “prudente”. Viene de la lengua griega.
A quien se detiene en los fracasos y el desánimo, se le paralizan las fibras del alma.
Disponiéndonos a empezar de nuevo, la paz del corazón y una alegría del Evangelio pueden cambiar nuestra vida.
Este nombre te parece rato. Y lo es, pero si recuerdas la historia, sabrás que fue uno de los siete sabios de Grecia en la antigüedad.
El fue un estudioso escritor que nació en Siracusa y vivió en el siglo VI antes de Cristo.
En el calendario cristiano aparecen dos santos con este nombre. Uno de ellos celebra su fiesta en marzo, Sofronio el “sofista”, es decir, el sabio por el conocimiento que tenía de la filosofía griega.
Nació en Damasco. Se pasó veinte años con un ermitaño para aprender el arte de ser santo.
El mismo patriarca de Alejandría le pidió que fuera a su lado para que le ayudase a luchar contra los herejes orientales, sobre todo contra los Monotelitas.
Pasado algún tiempo, se convirtió en el patriarca de Jerusalén. Sintió pena al ver la ciudad de los cristianos en manos de los musulmanes. Era el año 638.
Su celo pastoral le llevó a ayudar, consolar y a desvivirse por los fieles cristianos.
Creía que algún día podría ser mártir, aunque no tuvo ocasión, a pesar de su difícil trabajo.
El Sofronio del 8 de diciembre vivió también en un ambiente griego. Fue obispo de Chipre y sucesor de san Damián..
El martirologio romano le dedica estas palabras:"El fue, en un mundo admirable, el protector de los pobres, los huérfanos y de las viudas. Alivió a los pobres y a los oprimidos".