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Puerta hacia Dios

1.- Saludarte quiero, Madre,
hoy vengo a darte mi amor,
y humildemente deseo
que te agrade mi canción.
 
¡Qué gozo saber que me amas!
Tú me cuidas desde el cielo.
En la tiniebla de mi alma,
sé tu siempre mi lucero.   Bis
 
Puerta del hombre hacia Dios,

El poder del fútbol

Reunir cerca de 200 mil personas en un mismo lugar, volver loca a una ciudad o incluso a un país entero, celebrar con personas desconocidas, y pagar en tiempo de crisis lo que sea para ver jugar al equipo preferido… estas son algunas de las muestras del poder del fútbol. Este deporte es uno de los más practicados en todo el mundo. Su afición es de las más grandes y su influencia en las personas -no sólo hombres- es enorme. «No hay casi ningún otro acontecimiento en la tierra que alcance una repercusión de amplitud semejante» dijo en su momento el cardenal Ratzinger.

La prensa y el poder de ocultar

La prensa puede exaltar o puede denigrar. Puede defender o puede atacar. Puede rescatar o puede hundir. Pero tiene una dimensión peculiar que no siempre recordamos: puede callar, esconder, ocultar.

Porque los periodistas pueden ir al Parlamento y dejar completamente en el olvido un discurso magnífico de un político bueno, mientras exaltan las palabras huecas y los esloganes fáciles de otro político nada recomendable.

¿Por qué el Papa no tiene un perfil en Facebook?

La pregunta también podría ser esta: «¿por qué el Papa no usa las redes sociales?». Lo hemos escuchado hablar de ellas (véase, por ejemplo, «El magisterio de la Iglesia sobre las redes sociales»), se nota que las conoce, y en los últimos años hemos visto una creciente y progresiva presencia institucional y oficial de la Iglesia, de la Santa Sede, en internet, concretamente en redes sociales como YouTube, Facebook, Blogger y Twitter; ¿entonces por qué no las usa?

Pon tu mano

Pon tu mano en la mano
de aquel que te da la mano.
Pon tu mano en la mano
de aquel que te dice: «Ven».
El será tu amigo
hasta la eternidad.
Pon tu mano en la mano
de aquel que te dice: «Ven».
 
Pon tus ojos en los ojos
de aquel que te está mirando,
pon tus ojos en los ojos

Padre Mio

Padre Mío, te vuelvo a buscar.
Entre tantas dudas estoy,
me falta algo y quiero encontrarlo,
hace tiempo que ya no soy.
Perdóname si yo me he separado
de ti por error;
sé que tú me vas a entender.
Tú sabes bien que lo intento otra vez.
Acuérdate que estuve a tu lado,
creo que al menos creí.

Peligrosa reforma constitucional

Hace poco más de un mes (8 de marzo de 2011) los Senadores de nuestro país aprobaron una ley con nombre “bonito” y contenido “ambiguo”, lo que equivale a decir: “peligroso”. ¿Quién no está dispuesto a enarbolar una ley que defiende expresamente los derechos humanos? El problema está en definir cuáles derechos son los derechos humanos. Si no se especifica cuáles son, el margen interpretativo de la ley es fácilmente manipulable. Podría decirse que sí está especificado: aquellos que son reconocidos por los tratados internacionales.