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I

Las influencias demoníacas

Lo primero que hay que decir es que así como en la posesión es posible llegar a la completa seguridad o al menos a una certeza moral de que una persona está sufriendo ese fenómeno -la posesión-, no ocurre lo mismo con las influencias demoníacas que algunas personas sufren. En el caso de las influencias todo es más etéreo, más difuso y en la mayor parte de los casos de imposible comprobación. Digo en la mayor parte de los casos, porque en otros la conexión causal entre el demonio y unos sufrimientos sí que está más que demostrada.

La infestación de una casa

La infestación es el fenómeno por el que un demonio posee un lugar. La infestación de la casa puede ocurrir cuando en esa casa se ha practicado de forma continuada espiritismo, ritos satánicos, santería o cualquier otra forma de esoterismo.

El demonio al poseer un lugar puede mover cosas a voluntad o provocar ruidos u olores. La infestación nunca provoca la posesión de ninguna de las personas que viven en ese lugar.

El incendio

En un bosque se concentran muchos años de historia. Matorral, árboles, animales y hombres han dejado aquí y allá sus huellas. Unos han sembrado, otros han vivido, de otros sólo quedan ramas secas y un recuerdo agradecido. La lluvia, todos los años, repartió sus caricias entre troncos y hojas que empezaban, poco a poco, a reunirse en un abrazo intenso.

¿Imágenes eternas?

¿Imágenes eternas?

Gracias a los fotógrafos, hemos visto millones de veces, “inmortalizados”, a políticos y artistas, deportistas y científicos. Con su cámara y su destreza, desde ángulos y luces caprichosas, “eternizan” acontecimientos y personajes.

¿Eternizan? ¿Inmortalizan? ¿No será que estamos abusando del lenguaje? La fotografía, ciertamente, fija, conserva, un segundo en el devenir humano. La imagen queda, pasa a los libros, a la prensa, a internet... Queda, dicen, eternamente...

Iglesia evangelizada y evangelizadora. Un breve resumen de la exhortación “Evangelii nuntiandi” de Pablo VI

Iglesia evangelizada y evangelizadora. Un breve resumen de la exhortación “Evangelii nuntiandi” de Pablo VI

El 8 de diciembre de 1975, a los 10 años de la conclusión del concilio Vaticano II, y como fruto de la III asamblea general del sínodo de los obispos (1974), Pablo VI publicaba la exhortación apostólica postsinodal “Evangelii nuntiandi”, centrada en el tema de la evangelización.

Ideas de Dios y oración

Dialogar con Dios puede resultar difícil. La vida de oración necesita, para desarrollarse, una buena tierra y una serie de factores que no siempre se dan juntos. Necesita, sobre todo, quitar obstáculos que ahogan el corazón, que impiden volar hacia Dios.

Quizá uno de los mayores obstáculos consiste en tener una idea equivocada de Dios, una idea que hace poco agradable, o poco profundo, o poco serio, el trato con Aquel de quien venimos y a quien vamos.