Abandono en Dios en las pruebas. Dios nos las pone para nuestro bien
Llega el momento de la prueba, de la noche oscura. Dios podría ahorrarnos todas esas pruebas, pero son necesarias para convencernos de nuestra radical impotencia para hacer el bien por nosotros mismos. Santa Teresa de Lisieux decía que la cosa más grande que el Señor había hecho en su alma era “haberle mostrado su pequeñez y su ineptitud”. Vicente de Paúl decía: “El bien que Dios hace lo hace por él mismo, casi sin que nos demos cuenta”.