Sacerdotes
Un cura ejemplar en la persecución religiosa
Cuando arreciaba la persecución religiosa (1926-29) un sacerdote viajaba en ferrocarril de un pueblo del Bajío al DF. De pronto un militar anunció que pasaría por el vagón el Secretario de la Defensa, y el padre casi se hizo nudo para esconderse en su asiento.
Cuál sería su sorpresa, al ver que el divisionario se dirigió a él y le increpó: ¿por qué se esconde, padre, qué no somos amigos?
Éste no es tu lugar...- No sólo vale la pena: vale la vida
Nunca se me olvidarán las palabras que mi madre me dirigió cuando no quería regresar al seminario, a las puertas ya del inicio del noviciado. Verano de 1993, a tres días de marchar a Salamanca (España) para iniciar el noviciado con los Legionarios de Cristo. La situación en mi casa no era muy buena: problemas entre mis padres, problemas familiares y también problemas económicos, entre otros. Lloraba y lloraba porque no entendía qué pasaba. Hacía cuatro años desde que ingresé al seminario menor de Ontaneda, pasando por Moncada, ambos de la Legión de Cristo en España.
SEMPER ET UBIQUE SACERDOS: ¿Cuáles son los miedos del sacerdote?
Varias veces me han hecho esta pregunta, y aún con la poca experiencia de catorce meses en mi labor, no es complicado responder a esta cuestión. ¿Qué sientes los días previos a tu ordenación, y qué sientes ahora, catorce meses después?; ¿Cuáles son tus miedos? ¿Son los mismos que antes?
Resumo estas inquietudes en tres preguntas los así llamados “temores” del cura de hoy que, a mi modo de ver, reflejan al cura de ayer, al cura actual y posiblemente al cura de mañana:
Muchas reclamaciones de abuso contra sacerdotes son falsas
Informe especial de The Media Reporter
«Mi investigación ha aportado elementos objetivos que no podían conciliarse con las declaraciones de presuntas víctimas. En otras palabras: muchos hechos han demostrado que las acusaciones eran falsas». Son palabras del abogado Donald H. Steier quien ha elaborado un importante informe-investigación publicado en The Media Report (hecho público el 2 de enero de 2010. Véase completo en el siguiente enlace) con el que estaría probando que no pocas de las acusaciones contra la Iglesia son falsas.
Y los demás…¿no somos noticia?
Parece que las olas no dejan de llegar; es como cuando uno se baña en el Cantábrico, en esa playa de Guerra tan querida, con mar movido. Las olas llegan sin parar, una tras otra, sin tregua, y uno lucha por irlas pasando como puede, por arriba saltando, por abajo buceando, de espalda o de pecho si se deja…pero llega un momento en que se siente uno cansado, que los golpes marcan de dolor los músculos, y sin embargo…las olas no dejan de llegar. Y uno que es “marino por devoción”, aguanta, afronta y se curte, disfruta, pero no deja de ser doloroso y cansado.
¿Los Sacerdotes?
Hablando de complots, ¿has notado los cañonazos con que mundialmente se está bombardeando a los sacerdotes católicos?. El escándalo propiciado por el fundador de los Legionarios de Cristo, la pederastia que aparece tanto en Europa como en América, la ordenación de sacerdotisas y obispas entre los anglicanos, la existencia de sacerdotes homosexuales, etc., etc. han provocado la idea de que los sacerdotes son malos, depravados, en fin, desconfiables.
Consejos a un joven sacerdote
Al cumplir los noventa años deseo informarte de algunas normas que han orientado mi vida.
1.- Me ordené a los 33 años, he cumplido los 90 y no me he arrepentido ni un minuto. Elegí bien. Si volviera a nacer elegiría lo mismo.
2.- Valora tu vocación. El sacerdote es el mayor bienhechor de la humanidad, pues sólo él puede dar la vida eterna.
La historia de Sempronia
En las aventuras por la defensa de la vida, es frecuente encontrar hermosos casos de conversión: personas que descubren que nunca es demasiado tarde, ni está todo perdido, para volver a empezar. El nuevo comienzo, la nueva vida que se abre, está particular y misteriosamente enriquecida por la experiencia dolorosa de la persona, y testimonia su valor y dignidad insustituibles.
Benedicto XVI pide perdón
En el marco de la clausura del año sacerdotal Benedicto XVI pidió perdón, pero no es la primera vez que lo hace.