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Juan Pablo II

Los redaños de Juan Pablo II

Cada vez se entiende mejor el por qué algunos desafectos, de dentro y fuera de la Iglesia Católica, abogan por todos y en todos los medios a su alcance, al pedir la dimisión del actual Papa. No se puede con él, a pesar de sus achaques, sus limitaciones y sus muchos años. Es un bloque granítico, un roquedal que resiste todos los embates.

De nada sirve el lenguaje, muchas veces ambiguo y diplomático de los que le visitan, frente a la verdad que expone y defiende el Pontífice con todos sus bríos y contundencia.

Juan Pablo II, párroco del mundo

Desde dentro y fuera de la comunidad eclesial se ha reconocido a Juan Pablo II como un hombre excepcional, único, inclasificable, líder mundial indiscutible y acreedor al reconocimiento universal en favor de la paz y la justicia entre los pueblos. Juan Pablo II ha roto todos los moldes y barreras en sus relaciones personales e institucionales con los distintos gobiernos del mundo y con las demás religiones de la tierra.

Juan Pablo II en la castellana

Juan Pablo II en la castellana

Merece toda consideración y es de alabar la iniciativa que se está llevando a cabo de erigir una estatua del Papa Juan Pablo II en el Pº de la Castellana de Madrid.

No dudo que será del agrado de la mayoría de madrileños ver levantada en su ciudad la efigie del Papa que les visitó dos veces y que tan gratos recuerdos dejó en todos.

Acierto indiscutible ha sido encargar dicho monumento al insigne y acreditado escultor Juan Ávalos, que inmortalizó la singular obra del Valle de los Caídos.

Juan Pablo II a España

Juan Pablo II a España

Ningún homenaje comparable al Papa que tanto amó a España, Juan Pablo II, en el primer aniversario de su muerte, que recordar y hacer nuestras sus palabras en la visita que hizo a Madrid en 1982.Cobran hoy día una perenne actualidad, ante los avatares que estamos viviendo.

Asís-El Papa-Ecumenismo

Lejos de enjuiciar este gesto papal con cierta desconfianza y recelo, habría que buscar en él la clave de su realización. No puede existir más motivación que el celo audaz e inspirado de S.S. Juan Pablo II, a quien le quema el alma el ver y comprobar el panorama actual del mundo -destrozado y sangrante por multitud de guerras y contiendas en tantas partes y latitudes - y el ansia incontenible de querer llevar a Cristo-dador de la auténtica paz de Dios - a todos los hombres.

El ejemplo de Juan Pablo II

El ejemplo de Juan Pablo II

Los sociólogos de nuestros días distinguen ya entre "ancianos jóvenes" y "ancianos más ancianos", entre tercera y cuarta edad. Y siguen buscando palabras y términos intrincados para definir y caracterizar un hecho real: el número de abuelos y de abuelas en el planeta tierra abarca una tercera parte de la población mundial.

Juan Pablo II y la libertad

Juan Pablo II, a quien tenemos como intercesor en el cielo, nos ha dejado con su recuerdo un magisterio confirmado con su vida, y el amor a la libertad es un aspecto importante del mismo: desde joven batalló por esta libertad, y como Papa la defendió donde fuera amenazada: desde los países del norte como su tierra natal, Polonia, hasta el cono sur, como el conflicto fronterizo entre Chile y Argentina. Esto le ha convertido en el líder espiritual de la historia de nuestro tiempo.

Juan Pablo II: icono vivo de Cristo Crucificado

Juan Pablo II da muestras evidentes de su fragilidad física. Algunos piensan que debería dimitir, que la Curia Vaticana hace mal dejando que siga mostrándose tan enfermo, que da pena, que da una imagen poco grata... ¿Tendría que ser obligatoria la jubilación del Papa? ¿Tiene aún la energía necesaria para continuar la tarea evangelizadora? ¿Refleja un Papa anciano el sentir de una iglesia mayoritariamente joven?